CARRASPIQUE, ‘Iberis umbellata L.’, alteración de oc. taraspic íd., que lo es a su vez del gr. Ȏλάσπι, hierba semejante al carraspique.

1.ª doc.: 1780-8, Palau, en Colmeiro, I, 182.

Cavanilles, en 1797, da carraspic como nombre valenciano de la misma planta, y Ramis (1814) da carraspiga como nombre menorquín. Según Rolland, Flore Populaire II, 103, la Iberis sempervirens L., que en francés se llama thlaspi, lleva también el nombre taraspic en francés, languedociano y provenzal, con las variantes talaspic, téraspi(c), en varios dialectos franceses, occitanos y del Norte de Italia. Es evidente que al pasar a la lengua de Oc el cultismo francés thlaspi fué popularizado en su consonantismo y asimilado a espic ‘espiga’ en su terminación. De la lengua de Oc pasaría al español, quizá por conducto del catalán1, y en España sufrió varias alteraciones por etimología popular, una de las cuales fué carraspique (influjo de carraspante, carrasposo) y otra fué el nombre andaluz zarapico, recogido por Rojas Clemente, a princ. S. XIX. El gr. Ȏλάσπι es propiamente el nombre del Lepidium Iberis L., llamado también Lepidium umbellatum.

1 Nótese que esta planta, según los datos de Colmeiro, es espontánea y muy difundida en el País Valenciano, mientras que en Castilla la Nueva sólo se encuentra en los jardines de Aranjuez y de la Casa de Campo.