CARISEA, ‘especie de estameña’, probablemente del ingl. kersey íd., procedente de la población de Kersey, en el Sur de Suffolk, donde esta tela se fabricaba antiguamente.

1.ª doc.: Cari(s)sea ya en Inv. arag., desde 1496, BHisp. LVII, 451; LVIII, 87; 1604, P. de Sandoval.

También gall. ant. (?) caricea (Cuveiro), cat. ant. carisea [carisseia, 1442], it. ant. charizea (S. XV), fr. cariset o créseau [cresée, 1444; carisé, 1453]. Dice Covarr.: «lábrase en Inglaterra y truxo de allá el nombre garisea, y acá le mudamos en carisea». Vid. también FEW II, 607b; Skeat (ed. 1935), pp. 320 y 778. El ingl. kersey (pron. k : zį) se halla desde 1390 como nombre de paño; hoy se fabrica en el Norte de Inglaterra, pero hay noticias abundantes de que antes se producía en el Sur [1525], y hoy sigue habiendo filaturas en las inmediaciones de la población citada, cuyo nombre era Cæres-īg en anglosajón. Para la terminación -ea, comp. hacanea del ingl. hackney.

Sin embargo, Aldrete, Origen (1606), f° 88, r°, 1, afirma que viene del ár. querzía, y de hecho no sólo se halla esta forma en PAlc., con el significado de ‘estameña’, sino que Dozy, Dict. des Noms de Vêtements, 380-2, y Suppl. II, 455, halló karzîya (o kurzîya), siempre en el mismo sentido, en numerosos autores españoles, marroquíes y tunecíes, medievales y modernos, desde R. Martí (S. XIII), y aun, si lo entiendo bien, en el Idrisí (1154). Esta fecha es obstáculo serio para el origen inglés. A pesar de esto, Dozy, que antes había pensado en origen bereber, en el Suppl., sin conocer las formas europeas, abandona esta idea y se abstiene de proponer etimología, en vista de que no conoce un nombre de población musulmán del que pueda derivar el vocablo; en efecto éste no se adapta al significado de la raíz arábiga k-r-z (‘predicar’, etc.), y la vacilación consonántica que revela la variante karsîya (en los Hólal marroquíes) es tan favorable a una procedencia extranjera como es desfavorable al origen arábigo la s de la palabra española, donde esperaríamos c (z) si se tratara de un arabismo; deberíamos admitir que la forma castellana procede de otro romance, pero teniendo en cuenta que el gran número de telas de origen francés, catalogadas en los aranceles santanderinos del S. XIII, revela un activo comercio textil entre los puertos del Norte de España y los de Francia, será preferible reconocer la posibilidad de que el vocablo llegara al Magreb desde Inglaterra pasando por la Península Ibérica en plena Edad Media.

La variante cariseto (Acad. 1936) procede del fr. cariset (V. arriba).

DERIV.

Casineta o casinete, arg., chil., ecuat., venez., hond., ‘cierta tela de calidad inferior’, tomado del fr. dial. cazinette íd. (Valonia, Picardía: FEW II, 607b), diminutivo de ca(r)zée, que es variante del anterior.