CARICIA, probablemente tomado del it. carezza íd., o más exactamente, de su forma meridional carizz, carizia, derivado de caro ‘querido’.

1.ª doc.: C. de Castillejo, †1550.

En Italia el vocablo está documentado desde Boccaccio, y en forma latinizada desde 1288 (caritia); de allí pasó al fr. caresse [1545; caresser, S. XV], que a su vez se extendió a otros idiomas. El vocablo es ajeno al castellano de la Edad Media, y el cat. carícia no aparece hasta la 2.ª mitad del S. XV (Tirante el Blanco)1; como además caro en el sentido de ‘querido’ ha sido siempre mucho más vivo en Italia que en la Península Ibérica, me parece seguro que caricia vino de Italia, quizá pasando por el catalán; se tomaría de los dialectos meridionales, que mudan la italiana en i, sic. carizia f 2, napol. carizz m.; y la terminación se adaptó al sufijo culto -icia.

DERIV.

Acariciar [1539-42, Guevara], antiguamente cariciar [1592], más cercano al it. carezzare; acariciador. Caricioso. Caricio ‘caricia’, en un pasaje sayagués, Vélez de Guevara, la Serrana de la Vera, v. 2783, comp. el napol. carizz m.

1 Otras expresiones, autóctonas, siguen siendo más populares en catalán: manyaga y los verbos amanyagar, acaronar. En castellano las expresiones medievales eran halago y mimo (mimar ya en Nebr.), y afago, mimo y carinho siguen siendo los términos populares en portugués.―

2 Al it. -ezza corresponde -izza en este dialecto: sciocchizza, scioltizza, vicchizza, tristizza, etc. Claro que esta forma estaba mucho más expuesta al influjo del culto -izia.―

3 «Al descubrir el cristal / de una hermosa huente fría / que hendo a unos ruiseñores / caricio porque callava / y tan en tanto ensartaba / perlas en hilos de flores». Otro ej. del S. XVI en los Autos de Rouanet, citado con la definición ‘caricia’ por Fcha.