CANICA, ‘cada una de las bolitas de barro o vidrio con que juegan los niños haciéndolas rodar por el suelo’, arag., vizc., santand., ast., mej., tomado, por conducto del vasco, del bearnés canique, que a su vez procede, a través de los dialectos franceses occidentales, del neerl. knikker íd., derivado del verbo knikken (alem. knicken ‘romper, aplastar’).

1.ª doc.: Pereda, ed. 1884.

Para la extensión dialectal, vid. BDC XXIV, 164; Arriaga, Revoladas, s. v.; Mugica; Toro, BRAE VII, 452. Para la etimología, Schuchardt, BhZRPh. VI, 7; FEW II, 803.