BUÑUELO, del mismo origen que el cat. bunyol íd., derivado de bony ‘bulto, protuberancia’, de origen desconocido, seguramente prerromano.

1.ª doc.: S. XIV, Castigos del Rey Don Sancho, 135b1.

Otros derivados del mismo primitivo son oc. ant. bonheta ‘especie de buñuelo o de pâte’ (Estatutos de Magalona, a. 1331: ARom. III, 369), oc. bougneto, bigneto, rosell. bunyeta (Misc. Fabra, 184), fr. beignet [S. XVII], fr. ant. buignet [1325] o bignet [1314], Ardèche bugno ‘pastelito de patata’ (VKR IX, 357), Ain bugne (Rom. LXI, 110), etc. En el S. XVI aparece beuignet en francés: «fricassées, tartes et beuignetz», «beuignetz, tourtes, guauffres» Rabelais (III, cap. 49, p. 213; IV, cap. 59, p. 215). Pero no hay por qué creer que el cat. bunyol (de donde el sardo bugnolu, brugnolu, RFE IX, 234) esté tomado de oc. bonheta con cambio de sufijo, según admite el REW, 1396, y tampoco es seguro que el cast. buñuelo sea catalanismo, pues si bien bony no existe en castellano, buñuelo es muy antiguo y BOÑIGA parece ser otro representante castizo de la misma familia romance. Que se trata realmente de ésta, lo comprueba, con su m-, la variante muñuelo del Glos. del Escorial. Para el origen de dicha familia, V. el art. cit. Trata también de buñuelo Baist, ZFSL XXXI, 146ss.

1 No muy posterior es bruñuelo, en el Poema de Alfonso XI, 926c, 1889c (lección confirmada por I. Ten Kate), cuya r es debida a repercusión de la otra líquida (hoy en Chile: G. Maturana, AUCh XCII, 79; brunyol dialectalmente en catalán). Buñuelo se halla también en el Glos. de Palacio y en el S. XV (Danza de la Muerte, v. 598; Profecía de Evangelista: ZRPh. I, 244); J. del Encina, ed. 1496, f° 110v°b; Rob. de Nola, p. 129; y boñuelo, cuya o puede ser antigua, en Nebr. En catalán el vocablo aparece también ya en el S. XIV (Corbatxo: BDLC XVII, 73) y en el XV (bunyolera: J. Roig, v. 2987). Las formas biñuelo (Colombia, Arg., Almería, etc.), miñuelo (Salamanca: Araujo, Est. de Fon. Kast., 15), son alteraciones recientes, a pesar de lo que sugiere Cuervo, Ap., § 795.