BURCIO, and., ‘crestón de rocas que trepa por un monte’, ‘conjunto de matojos’, origen incierto, quizá del célt. *GORTIA ‘seto’.

1.ª doc.: 1934, AV.

En la 1.ª ed. de este vocabulario está definido «montón de rocas que trepa por la falda de un monte hasta la cima»; en la 2.ª se localiza el vocablo en la Sierra Morena, prov. Jaén, y se abrevia la definición: «crestón de rocas en la falda de una montaña». Parece tratarse de las divisiones pastorales hechas con hileras de piedras, que en los Pirineos catalanes se llaman vedrunes (¿celtismo?). Además se agrega la ac. cordobesa «conjunto de matojos espesos y de escasa altura». Quizá se trate de un mozarabismo de origen céltico, *G֊RTIAseto’, equivalente del lat. hortus, alem. garden ‘jardín’, eslavón grad, ruso górod ‘recinto amurallado’, ‘ciudad’; de esta palabra céltica vienen, como demostró A. Thomas (Mélanges d’Et. F. 113) el lemos. gorso «haie», «lieu rempli de décombres ou de pierres», fr. centr. gorse, y también probablemente el gasc. pirenaico gòrso y bouerce «ravin», «précipice» (BhZRPh LXXXV, § 112). Comp. Santos Agero, Filología, Bs. As., II, 72-77 (aunque, a juzgar por el análisis de RFE XXXV, 393, anda muy descaminado).