BRECHA, tomado del fr. brèche íd. y ‘mella’, que viene del fráncico BREKAroto, hendidura’ (comp. neerl. medio breke íd., alem. brechen ‘quebrar’).

1.ª doc.: 1643.

La vieja palabra castellana era portillo. Para Melo (1644-8) brecha era aún palabra nuevamente introducida, como se ve por la explicación que da de su sentido. Falta aún en varias obras de primeros del siglo, que hablan de brechas, pero no les dan este nombre. Del castellano pasó en seguida al cat. bretxa (escrito bretja en las Trovas de J. Febrer, 2.ª mitad del S. XVII). Montoliu, RH XXVII, 343. Oc. breca es representante autóctono de la voz fráncica (se emplea en los Pirineos gascones para designar un collado estrecho, p. ej. el llamado Brèche de Roland en francés, que une el valle de Gavarnie con Aragón, y del cual baja el Río de la Breca en territorio español: V. el mapa Schrader).