BREA, derivado del verbo brear ‘embrear’, y éste del fr. brayer íd., por vía de oc. breà; el fr. brayer viene del escand. ant. bræa íd.

1.ª doc.: 1504, Woodbr.; 15351.

El sustantivo procede del verbo, como se ve por la distinta forma del port. breu [Castanheda, † 1557: Zaccaria]. Brea ‘excremento’, mej., comparación de marino. El vocablo se ha generalizado mucho en América, como ocurre con tantos términos náuticos, y en la Argentina tomó la ac. ‘resina’ (ya fin S. XVIII: Draghi, Fuente Americana, 31), y luego se ha aplicado a varias plantas.

DERIV.

Brear, ant., ‘embrear’ [1519, Woodbr.; Cuervo, Dicc. I, 899-900], ‘golpear, zaherir’ [1726]. Claro que brear ‘golpear’ es metáfora marineril y no viene de VERBERARE (como dice GdDD 709); el extraño ebrear que éste califica de soriano, riojano y andaluz, derivándolo de EVERBERARE, y que atribuye a AV, no figura en éste (1.ª ed.) ni en la Acad. y supongo es errata de copia. Embrear [1616].

1 La presencia de breare en Américo Vespucio († 1512) atestigua indirectamente la existencia del verbo brear en español para 1500. No puedo fechar el romance que cita el DHist. para brea, y que si realmente fuese viejo podría corresponder al S. XV.