BOLICHE ‘red pequeña’, ‘el pescado menudo que se saca en ella’, del cat. bolitx, y éste del gr. βολίƌιον, diminutivo de βóλος ‘red’.

1.ª doc.: 1599, Granado (2.ª ac.).

Aunque βολίƌιον no se halla en los diccionarios del griego clásico, es diminutivo del tipo más corriente, y pudo formarse en cualquier época. M-L., Sitzungsber. Berlin 1916, 3441. Para la evolución fonética y para las acs. secundarias, vid. Corominas, AILC II, 130n.; I, 14. Relacionándose popularmente a boliche con bola, se aplicó posteriormente al juego descrito por la Acad. en la ac. 2 del primer artículo dedicado a boliche2, tanto más fácilmente cuanto que este juego, muy frecuente en las cantinas militares, era un entretenimiento favorito en el S. XVII, en que el dueño o los parroquianos ganaban o «pescaban» dinero. Da fe de esta popularidad la ac. ‘casa de juego’ que tomó boliche en germanía (J. Hidalgo, 1609) y hoy ha conservado en gitano (A. Jiménez, Bocab. del Dial. Jitano, p. 41); de aquí en América ‘taberna pobre’, ‘tenducho’. Se ha aplicado también boliche, más modernamente, a varios objetos en forma de bola, como resultado del mismo floreo etimológico. Nada tiene que ver con esto la grafía arag. ant. bollich (contra lo dicho en BHisp. LVII, 450), que es el cat. bolic ‘bulto, paquete’, sin relación etimológica con esto.

DERIV.

Bolichero [med. S. XVII, vid. nota 2].

1 Etimologías erróneas en Schuchardt, Rom. Etym. II, 170-2; Moll, AORBB I, 210.―

2 Ya en Ovalle (1644) y en El Alcalde de Zalamea de Calderón, I, xix, ed. Losada, p. 112. Que en este juego se empleaban bolas, resulta de la definición de Aut. y de la escena cuarta, acto II (p. 125), de la misma comedia. El oficio de bolichero era muy buscado por lo lucrativo (Alcalde de Zalamea I, xix).