BOATO, tomado del lat. boatus ‘grito ruidoso, mugido’, derivado de boare ‘gritar, mugir’, y éste del gr. βοĘν ‘gritar’.

1.ª doc.: 1539-42, Guevara.

Ya en latín, este derivado de βοƲ ‘voz’ había sufrido el influjo de bos ‘buey’, por etimología popular, convirtiéndose en ‘mugido, voz poderosa’. En castellano, aplicándose de preferencia a la voz de los predicadores, por latinismo, se especializó en el sentido de ‘voz enfática y arrogante’ (Castillo Solórzano), de donde ‘ampulosidad de estilo’ (Cadalso) y finalmente ‘ostentación, pompa’ [Mármol, 1573].