BIZMA, descendiente semiculto del lat. EPէTHĔMA y éste del gr. ƆπίȎεμα íd., derivado de ƆπιτιȎέναι ‘poner encima’, y éste de Ɔπɉ ‘encima’ y τιȎέναι ‘poner’.

1.ª doc.: bitma, S. XIII, Libro de los Cavallos, 37.5; bizma, Alfonso XI, L. de la Montería († 1350).

La forma etimológica bidma, todavía en López de Ayala, Canc. de Baena, n.° 518, estr. 6, v. 7. Cej. IX, § 178. Es forma semiculta, según el tratamiento de la vocal tónica. También it. pittima; del cual se tomaría el cast. pítima, como revela la grafía ultracorregida píctima con que aparece en Cervantes (Quijote II, lviii, Cl. C. VIII, 47; El Amante Liberal, ed. Hz. Ureña, p. 120) y en Lope; Cej. IX, § 178; la ac. secundaria ‘borrachera’ no se registra hasta Acad. 1843 (no 1817)1; hay además variantes más cultas epítimo y epítima (ésta frecuente en Lope, V. citas en la ed. de El Cuerdo Loco por Montesinos, v. 694, y pp. 210-11 [Gordonio], donde por lo demás significa ‘electuario, bebida reconfortante’; otras del S. XVII en Aut.); es cultismo puro epítema, y hay derivado epitimar. No creo que la palabra biedma, que figura en G. de Segovia, tenga que ver con bizma, según admite Tallgren, p. 55; será más bien nombre propio. Para la extensión de la variante birma y de la forma leonesa bilma, en España y en América, V. mi nota, RFH VI, 246-7.

1 Inaceptable la idea de F. Ortiz de que en esta ac. el vocablo venga de petun, nombre tupí del tabaco (Ca., 215).