BETARRAGA, del fr. betterave íd., y éste compuesto de bette ‘acelga’ (tomado del lat. beta íd.) y rave ‘naba, nabo gallego’, del lat. RAPA íd.

1.ª doc.: Aut.

Este diccionario considera betarraga la palabra básica, y sólo da remolacha, italianismo hoy generalizado en España, en segundo lugar. Esto, junto con el uso en América, hace creer que betarraga es de uso más antiguo. Ayala Manrique (1696) da beterraga y beterrata (Gili); betarrata está consignado por Aut. Hoy se usa beteraba en la Argentina1 y en el Ecuador (Lemos, Sem., s. v.), betaraba en Bolivia (Bayo), beterraga en Chile (G. Maturana, D. P. Garuya, p. 114), betabel en Méjico (G. Icazbalceta; BDHA I, § 119; IV, 45)2. La forma en -ga nació en el tránsito a través del País Vasco (donde hoy se dice betarga: Bertoldi, ARom. XVIII, 215) por influjo del sufijo vascuence -aga, colectivo de nombres de plantas. Oc. bledorabo, cat. bleda-rave, port. beterraba.

Apenas ha quedado descendencia autóctona de RAPA, por lo menos en hispano-portugués, pues el frprov. rave (> fr. rave) y el cat.-oc. raba todavía se emplean más o menos. Existió también en el Oeste, aunque hoy ya no vive que yo sepa en Portugal ni Galicia; pero Fonseca Henriques (Ancora Medicinal, princ. S. XVIII) conocía aún rabas como «huma espécie de nabos da mesma natureza que eles» (CortesƟo, Subs.); Fig. como equivalente desusado de (ar)rabaça (nombre de una planta umbelífera y en la Beira y Alentejo ‘fruta todavía verde’ RL II 251); en el leonés Maragato «distinguen nabo gallego y nabo castellano, y al que es muy largo llaman raba» (anotado por Sarm. en el Rabanal, CtVg. 149r).

1 Ya en el jesuíta cuyano N., fin S. XVIII: Draghi, Fuente Americana de la Hist. Arg., 55.―

2 Con esta forma comp. verdebel que Lope emplea junto con alfalfa, alcacel y verdolaga en una de sus comedias (ed. Acad. XIV, 259).