BESANA, derivado del lat. VERSARE ‘dar vuelta’.
1.ª doc.: Terr.
El significado primitivo sería el de ‘haza, porción de tierra labrantía’, llamada así porque, según define Pichardo, «finaliza donde se considera prudentemente que los bueyes no deben seguir más adelante en la propia línea, sino volver o virar». Hoy se conserva esta ac. en Salamanca, Extremadura, Andalucía y Cuba (Toro, BRAE VII, 299). Terr. define «la línea recta que los labradores van arando», y en portugués tenemos abesana ‘el primer surco que hace el arado, que sirve de regulador a los demás’ (también en cast.: Acad. ya 1884; abezana en Góngora); la forma portuguesa se denuncia como castellanismo (¿o mozarabismo?) por la terminación -na conservada y por su -s- sonora irregular. Cat. vessana ‘cierta medida agraria’, fr. ant. versaine ‘medida agraria’, ‘barbecho’. En catalán es el sentido generalmente conocido (único que registra Fabra); pero también debe de existir ahí el que he supuesto etimológico, por lo menos en Vic, pues así lo emplea escritor tan castizo como J. Verdaguer que hablando de las canciones de siega dice «atravessàrem les hortes... i al temps d’un amén fórem a la vessana d’on sortia la cantúria» (Escrits Inèdits, Marr. II, 1958, p. 120). Recuerdo haberlo visto también en poetas argentinos. No hay razones sólidas para escribir con b-.