BERENJENA, del ár. bādinǤâna íd., de origen persa.

1.ª doc.: Canc. de Baena.

Del mismo origen port. beringela, cat. albergínia, albergina. De éste procede el fr. aubergine. El it. melanzana quizá se tomó del español, mientras que la variante más corriente petonciano pasaría directamente desde el árabe de Sicilia. Dozy, Gloss., 239; Eguílaz, s. v.; Steiger, Contr., 133. Comp. C. E. Dubler, Temas Geográfico-Lingüísticos: Sobre la berenjena, en Al-Andalús, 1942, 367-90. La -r- romance se explica probablemente por un intermedio asimilado *benenjena, con disimilación ulterior.

DERIV.

Berenjenal ‘campo de berenjenas’, ‘enredo, dificultad’ (ac. que ya se encuentra en 1438, Corbacho, ed. Simpson, p. 99).