BELFO, ‘que tiene el labio inferior caído’, ‘que lo tiene más grueso que el de arriba’, del lat. BէFէDUS ‘partido en dos’.
1.ª doc.: Tirso, Don Gil de las Calzas Verdes (1610-38), Rivad. V, 403b.
La primera ac. es la que dan Covarr.,
Aut. y Moraes. Variante
befo en Nebrija (
Dict.
Hisp.
-Lat,. k2v°;
Lat.
-Hisp., s. v.
valgius,
valgium), con el sentido de ‘zambo’ y también ‘befo’. Como el caballo suele tener el labio inferior más grueso, se ha aplicado también
belfo como sustantivo a los labios del caballo (ya 1629) y de otros animales (Cespedosa,
RFE XV, 279). El adjetivo
belfo es también portugués (variante dialectal
melfo). De ‘labio grueso’ se pasó dialectalmente a ‘almohadilla que se pone a las caballerías debajo del yugo’ (Salamanca, Tras os Montes). Cat.
bifi ‘(hombre, animal) belfo’, bearn.
bèhi, langued. y prov.
bèfi ‘que tiene el labio inferior prominente’. Como
BIFIDUS se aplicaba en latín especialmente a partes del cuerpo (Ovidio a los pies, Plinio a las uñas, Claudiano a los cuernos), se comprende bien que se llamara así a la persona o animal que tenía la cara en cierto modo partida en dos por la caída del labio inferior o al que dejaba un hueco entre sus dos piernas
1.
Las formas castellana y portuguesa se explican por una metátesis
*bĭdĭfus, de donde
*bedfo cambiado en
befo o
belfo. La catalana y las occitanas son resultado normal de
bĭfĭdus2.
1 Comp. inbifia ‘jorobada’ en el Canc. de Stúñiga (S. XV), según el glosario de la ed. Fuensanta del Valle.― ↩
2 Carecen de fundamento las especulaciones fonéticas de Wartburg, FEW I, 313b, último párrafo. No hay tal vacilación entre -F- y -FF-: en todas partes se trata de la -F- sencilla latina conservada por el sentimiento de la composición de la palabra. Extranjerismo lo es solamente la variante bearnesa bèfe, bèfou, como se ve por la f no cambiada en h y por la -ou. Con esto se disipan los escrúpulos fonéticos que movieron a M-L., REW 1017, a cambiar la etimología BIFIDUS de la 1.ª edición de su diccionario, aceptando la supuesta onomatopeya BEFF-. La semejanza con befa y su familia es casual. Se puede pasar de la idea de ‘labio salido’ a ‘desprecio’ y quizá ‘escarnio’, pero el tránsito opuesto es menos natural, y de este modo no explicamos la acepción ‘zambo’ que ya se halla en la más antigua autoridad de befo. ↩