BEFRE, ‘castor’, seguramente del lat. FEBER, -BRI, íd.

1.ª doc.: 1606.

La variante befle en APal., 45b; bíbaro en Laguna (1555). No es posible explicar las formas castellanas como tomadas del inglés, como sugiere el REW, 1012, (bibaro del ingl. mod. beaver; befre del ags. beofor), pues bíbaro es demasiado antiguo para reflejar la pronunciación moderna de ingl. ea, y la f de beofor se pronunció siempre como -v-. En latín coexisten fiber y feber, las dos como formas antiguas y autóctonas (Ernout-M.). Por otra parte no hay duda de que la mayor parte de las formas romances sufrieron influjo germánico, y bíbaro en especial sale al parecer del alem. biber, quizá a través de oc. vibre; pero la -f- de las otras dos formas castellanas difícilmente puede explicarse por el germánico, y se halla también en el corso béfulu, béfelu, y quizá en oc. ant. befre1 (FEW I, 304). Debió hacer cruces diversos entre las formas latinas y las germánicas, debidos a distintas corrientes comerciales, y hoy por hoy es imposible trazar un cuadro exacto de la historia de las variantes romances.

1 Sólo en el Levy pequeño y con interrogante.