BATATA, ‘planta convolvulácea, cuyo tubérculo es comestible y de gusto dulce’, vocablo antillano, tomado, al parecer, del taíno, lengua de la isla de Haití.
La forma
patata, aplicada primero a la convolvulácea (1555) o
patata de Málaga1, y después a la solanácea, llamada por otros
papa, parece ser debida a una alteración de
batata por influencia de
papa. Hoy se emplea
batata para designar la convolvulácea en España (también
patata de Málaga), en Puerto Rico, Santo Domingo, Venezuela, Colombia y la zona del Plata;
camote en Méjico, América Central, Ecuador, Perú, Chile y en el interior argentino;
boniato y variantes en Cuba, parte de España y en algunos puntos del litoral rioplatense. Vid. Hz. Ureña,
Indig., pp. 16, 20-21, 41 y passim, comp.
RFH VI, 387-94; Friederici,
Am.
Wb. 81-82.