BATATA, ‘planta convolvulácea, cuyo tubérculo es comestible y de gusto dulce’, vocablo antillano, tomado, al parecer, del taíno, lengua de la isla de Haití.

1.ª doc.: 1519 (Hz. Ureña, Indig., p. 66); el italiano Pedro Mártir de Anghiera ya la menciona en latín en 1516.

La forma patata, aplicada primero a la convolvulácea (1555) o patata de Málaga1, y después a la solanácea, llamada por otros papa, parece ser debida a una alteración de batata por influencia de papa. Hoy se emplea batata para designar la convolvulácea en España (también patata de Málaga), en Puerto Rico, Santo Domingo, Venezuela, Colombia y la zona del Plata; camote en Méjico, América Central, Ecuador, Perú, Chile y en el interior argentino; boniato y variantes en Cuba, parte de España y en algunos puntos del litoral rioplatense. Vid. Hz. Ureña, Indig., pp. 16, 20-21, 41 y passim, comp. RFH VI, 387-94; Friederici, Am. Wb. 81-82.

1 Ya en G. de Alfarache, ed. Cl. C., II, 254.22.