BARQUINAZO ‘tumbo o vaivén de los carruajes’, derivado de barco, con la ac. originaria de ‘balanceo’.

1.ª doc.: Terr.

La Acad. definía primero ‘baquetazo, batacazo’ (todavía 1884), que es lo que ya entendería Terr. («caída, golpe, través»), y hoy significa todavía ‘golpe fuerte que se recibe al caerse’ en la prov. de Cáceres (Espinosa, Arc. Dial. 84), ‘caída’ o ‘movimiento de un lado a otro’ en Andalucía (AV), cast. popular dar barquinazo ‘arruinarse’, ‘morir’ (Besses). Pero en Venezuela, Chile y la Arg. se aplica a las oscilaciones bruscas de los carruajes, y la Acad. admitió la corrección del chileno Román en este sentido; Avellaneda da además el verbo barquin(e)ar ‘moverse de un lado para otro’. En la costa del Ecuador todavía es ‘movimiento violento de una embarcación’ (Lemos, Semánt., s. v.); barquinada ya está como vulgarismo en Pedro Espinosa (1623), El Perro y la Calentura. Parece que primitivamente derivara de barquín ‘fuelle’ (objeto que hace movimientos oscilatorios) y que luego en la mente popular se pondría en relación con barco.