BARBACANA ‘obra de fortificación avanzada, para defender puertas de plazas y cabezas de puente’, del ár. vulgar b-al-baqára (clásico bâb al-báqara) ‘puerta de las vacas’ porque la barbacana protegía un recinto intermedio entre esta fortificación y la muralla principal, en el cual los sitiados guardaban el ganado destinado a proveerlos de carne; balbacara se cambio en barbacana probablemente por influjo de albarrana ‘torre rodeada por la barbacana’.

1.ª doc.: princ. S. XIV, Juan Manuel; med. S. XIII en gallego («nen torre nen barvacƟa nen muro» Ctgs. 165.45).

En Cataluña es ya frecuente en el S. XIII (DAlcM.; barbachanae aparece ya en el Liber Maiolichinus de med. S. XII que describe la toma de Mallorca por catalanes y pisanos); el vocablo está también en doc. murciano de 1272, BHisp. LVIII, 356; aparece en Burdeos en 1262 (Luchaire, Recueil, Gloss.), y se halla ya en el S. XII en el Sur de Francia (1163) y en Italia (barbacanis, plur. -anes, en Pisa, 1156), vid. Du C.; Pellegrini (Rendic. dell’ Accad. dei Lincei 1956, 154) se adhiere a mi etimología y agrega una cita en bajo latín de Italia, de 1286; un plural barvas caas aparece en el gallego de la Crónica Troyana (S. XIV), II, 259. Hasta ahora no se ha indicado la etimología exacta, aunque Dozy (Gloss.), Eguílaz y Alcover, en sus artículos dedicados a albacara, proporcionaron los datos básicos; más datos arqueológicos y documentales en Torres Balbás, Al-And. XVI, 454-80. En el español del S. XV (vid. Dozy) y en la crónica catalana de Jaime I (S. XIII) se hallan cast. albacara y cat. albacar, formas abreviadas de la misma expresión arábiga, con el sentido de ‘barbacana’; y en el portugués Damián de Goes († 1574) figura porta de albacar, con traducción romance de la primera parte de la misma, el ár. bâb ‘puerta’; la Crónica castellana de Juan II precisa también que la albacara se hallaba «do estava la puerta». Para el uso del recinto protegido por la barbacana como establo de vacas, V. en Alcover el pasaje del capítulo 202 de la Crónica de D. Jaime y la documentación citada por Dozy; Eguílaz describe el conjunto de dicha estructura. Ár. báqar era colectivo con el sentido de ‘bueyes y vacas’; y báqara, nombre de unidad para una res vacuna; pero hubo al parecer confusiones en árabe vulgar entre los dos significados. En cuanto al acento sabemos por PAlc. (ed. Lagarde, 415.24) que se había trasladado vulgarmente a la segunda a: bacára. Finalmente el estudio de la toponimia nos enseña que bâb ante su régimen se reducía frecuentemente a una simple b-, por haplología: así en el nombre de la Porta y Arco de Belcouce en Coímbra, de Bâb el-qáȬs > B el-qáȬs ‘puerta del arco’1. Bebalbelet traducido por «porta civitatis» («ciudad: beléd», en PAlc.), en el Repartimiento de Mallorca, p. 63, pero porta de Belbelet, p. 121, porta de Marbeleth, p. 124, o la Puerta Bisagra de Toledo, quizá procedente de Bâb es-Sáȟra > B es-Sáȟra ‘puerta de la Sagra’; de suerte que barbacana procede de una forma vulgar b al-baqára2. La alteración fonética que separa estas dos formas se debió al ár. barrâna ‘exterior’ > albarrana o torre albarrana ‘torre situada fuera de las murallas’, y que justamente solía estar rodeada por una barbacana, como se ve por la Crónica de Jaime I, cap. 309 (vid. Alcover, s. v. albarrana); alteración apoyada por una etimología popular que comparó la barbacana, erizada de almenas y barrotes, a la barba hirsuta de un viejo (comp. barbas caans ‘barbacanas’ en la Crónica Troyana, y en doc. portugués del S. XIV citado por Viterbo, propiamente ‘barbas canas’) o de un perro (barbacanis en el documento más antiguo, it. barbacane)3.

Se había querido derivar barbacana de una expresión híbrida arábigo-persa barbaȟ-ȟâne ‘desaguadero de casa’ o del persa bâlaȟana ‘aspillera’, pero V. la certera refutación de Bloch, s. v. barbacane (comp. Sainéan, ZRPh. XXX, 556; Baist, ib. V, 244). Haría falta una monografía sobre la historia de la palabra para precisar los detalles de su historia semántica y averiguar el lugar de origen, que a juzgar por la documentación actual parece hallarse más bien en Italia, Francia o Cataluña que en Castilla4: quizá la trajeron de Oriente los Cruzados, o era término propio del árabe de la España oriental.

DERIV.

Vacarí [ejs. medievales en Dozy, Gloss., 231; Acad. 1925, no 1843], de baqarî ‘hecho con piel de vacuno’, derivado del citado báqar.

1 «Porta quae arabice dicitur Alcous», en doc. del S XII. Erróneamente Gonçalves Viana, Apostilas, I, 36-37, partía de b al-qáȬs ‘en el arco’ y Silveira, RL XXIV, 202ss., de abu l-qáȬs ‘padre del arco’.―

2 Comp. reducciones de otras palabras en estado constructo, como zalmedina < ɊâɅib al-madîna.―

3 Comp. el port. barbaçote (Moraes) nombre de una fortificación, el cast. ant. barbotear ‘fortificar’, y el fr. barbelé ‘alambrada’.―

4 Nótese que el uso de barbacana como término topográfico o toponímico: mall. parbacana (BDLC IX, 316), andorr. barbacana, Queyrás barbacano ‘solapo de roca, cueva’, engad. Barbachaun ‘mota levantada por un alud’ (Planta-Schorta, término de Zuoz), parece ser ajeno a Castilla, lo que denota carácter menos autóctono.