BAQUÍA, ‘conocimiento práctico del terreno de un país’, voz americana de origen incierto; quizá del ár. baqîya ‘el resto, lo restante’: hombres de baquía parece haber indicado primitivamente los que quedaron de expediciones anteriores, y por lo tanto conocían ya el país.

1.ª doc.: h. 1555, Fz. de Oviedo.

Baquiano ya en 1544 (Gutiérrez de Santa Clara). Juan de Guzmán (1586) afirma que es propio de Santo Domingo, el P. Acosta (1590) dice que viene de Haití y Cuba, y Garcilaso el Inca lo da como empleado en las Islas de Barlovento; no hay testimonios anteriores acerca del origen, ni autor alguno afirma claramente que sea voz indígena, más bien parecen referirse al uso de los conquistadores; por primera vez sale con referencia al Perú, pero no es vocablo quichua, y la pronta difusión en los historiadores de Indias haría suponer si acaso origen antillano. Hz. Ureña opinó que era segura la procedencia taína. Hoy sólo se usa en el Continente, desde América Central hasta el Plata; además baquear ‘adiestrar’ en Campeche, Sur de Méjico (Ramos Duarte). En opinión del mismo Ureña el vocablo primitivo sería baquiano, y de él sacarían los españoles baquía por derivación retrógrada. Sin embargo, aunque aquél es más frecuente y aparece algo antes, la diferencia cronológica es tan escasa que en manera alguna puede asegurar esta conclusión; también Rosas de Oquendo usa ya baquía, fin S. XVI1. Lo que resulta claro del cotejo de los autores más antiguos es que el sentido primitivo de baquía y baquiano debió de ser ‘antigüedad’ y ‘antiguo’: «los hombres que ivan con él, que eran vaquianos y antiguos en la tierra» Gutiérrez de Santa Clara, I, 99; «fue de los pobladores que acá llaman de baquía, que quiere dezir viejos e veteranos», Fernández de Oviedo, III, 166; «vaquiano, que quiere decir cosa antigua» J. de Guzmán, citado por Cabrera. Los españoles que ya eran antiguos en América, se oponían, como prácticos en el terreno o en la vida americana, a los chapetones o recién llegados, y de aquí nació la nueva ac. ‘conocimiento del terreno’, que ya aparece en 1599 en Vargas Machuca, Mateo Alemán y Oquendo. Hoy ha tomado además el significado de ‘habilidad y destreza’, en general, en la Argentina y en Colombia al menos (Malaret, Supl.). Como en lengua árabe baqîya (PAlc., etc.), significa ‘restos, residuos’ (Dozy, Suppl. I, 105a; de donde el cast. albaquía2 ‘resto de una deuda’ [SS. XV-XVII]) puede admitirse que hombres de baquía fueron propiamente ‘los que quedaron de expediciones anteriores’, y que el americanismo fué en su origen una voz andaluza de ascendencia árabe, que en el Nuevo Mundo desarrolló un significado nuevo. Esta hipótesis se hace muy probable si tenemos en cuenta el sentido antiguo de baquía, y el detalle de que albaquía figura en Nebr. con la definición ‘lo restante’. Vid. Cuervo, Ap., § 841; Lenz, s. v.; Friederici, Hilfswb. s. v., y Am. Wb. 76; Hz. Ureña, Indig., p. 117.

DERIV.

Baquiano (V. arriba): esta forma, cuadrisilábica en el Siglo de Oro, es la correcta; baqueano, ya en Alcedo (1789) y muy difundida en el S. XIX, es una ultracorrección.

1 «Lo que es saver de baquía, / yo sé que os llebo bentaxa; / aunque el nobisiado es corto, / nada sé que se me escapa», RFE IV, 346.―

2 En catalán ya se documenta en documentos hebraicos de Valencia de 1299, Butll. Bibl. Cat. VI, 349, 348, 350, 352, 353.