BALUMBA, tomado del cat. volum ‘volumen’ (también cat. balum, embalum, abalum ‘balumba’); y éste del lat. VOLȢMEN íd.
1.ª doc.: 1524, Woodbr.
Las variantes siguientes son más antiguas en parte:
baluma («
b.
como bulto: volumen») en Nebr.,
balume o
valume (en 1599,
G.
de Alfarache, ed. Gili, II, 218.1, y en Vargas Machuca),
balumbo desde 1637.
Baluma siguió siendo corriente en el Siglo de Oro: en
G.
de Alfarache, I, 51.20, el original y varias ediciones traen
baluma, forma sustituída por
balumba en la edición de 1619. Para la repartición actual en las varias hablas españolas e hispanoamericanas, vid. Alonso-Rosenblat,
BDHA, I, 98-99n. Gall.
balume1, en el cual la
-l- denuncia también procedencia forastera. Todas estas formas resultan de intentos varios de adaptación de la voz catalana, que en Aragón se halla ya en 1405 en la forma
volum2, cambiada luego en
volume (1488,
BRAE IX, 126),
balume o
balumbo, o con terminación femenina
baluma o
balumba. Se trata de uno de tantos catalanismos comerciales o náuticos. En catalán es normal el paso del lat.
-MEN a
-m (
nom,
llum,
llegum, etc.); si entró como voz marítima la adaptación pudo guiarse por la correspondencia cat.
rumb (pron.
rum)
= cast.
rumbo; o
la balum por ser femenino pasaría en cast. a
la baluma (de donde
balumba, como
airumar ~ airumbar); el femenino
la balum puede resultar del masculino etimológico, sea por disimilación de
lo balum, sea partiendo de
l’abalum, derivado de
abalumar.
DERIV.
Avalumar [Cortés, p. 139a: «íbamos muy avalumados» (Nougué, BHisp. LXVI)]. Embalumar [1681, Recopil. de Indias, y como voz náutica en Aut.].
1 Castelao vacila en el género: «eu teño na memória un balume de lembranzas», «atopo na balume de papeles vellos moitos retrincos» (210.2, 191.6); también en gallego balume es ‘el argazo: todo género de broza que arroja el mar a la orilla y se destina a estrume o estiercol’ (Sarm., CaG. 83r).― ↩
2 «Otro Susen, sines de glosas, de chico volum et de poco valor», BRAE VI, 736-7. ↩