BALIZA ‘señal fija o flotante en el mar para marcar direcciones o lugares peligrosos’, del port. baliza ‘palo hincado en el fondo del mar para sañalar un rumbo’, ‘estacada de la cual arrancaban los caballos de carrera’, de origen incierto, probablemente derivado mozárabe del lat. PALUS ‘palo’.
Port. ant.
balisa en el sentido de ‘señal que marca un vado’ ya está en Fr.
JoƟo Álvares, med. S. XV (
Crón.
do Infante Santo, cap. 38, ed. 1911, p. 110), como indica, en apoyo de mi etimología, A. G. Cunha,
Rev.
Brasil,
de Filol. II, i, 122n, y
balisa de navegantes ya en Gil Vicente (Gillet,
HispR. XXVI, 269); esta segunda ac. se halla también en el Palmerín (1544), y la figurada ‘principio por el que debe regirse algo’ desde Camoens (1555), pero el verbo
balizar ‘demarcar (un campamento)’ es conocido desde 1446 (
Ordenações Afonsinas). En Cuba el vocablo significa también ‘jalón de agrimensor’ (Pichardo, s. v.
valiza). Del portugués vendrá el fr.
balise ‘baliza’ [1475, comp. Bloch; Gamillscheg,
EWFS; y
FEW I, 285] y el gasc. ant.
valise (ej. tardío en Levy, creo S. XV). Parece se trata del mismo vocablo que oc. ant.
paliça, fr. ant.
palice,
paliz, b. lat. de Francia
palitium,
palitia (Du C.), ‘estacada’, derivado de
PALUS con el sufijo
-ICIA, -ICIUM, pero el cambio de
P- en
b-, la conservación de la -
L- y la
-z- del sufijo (en lugar de
ç) sólo se explican si en portugués es palabra de origen mozárabe (comp.
pall ‘palo en que se arma la red’, ‘picota’, ‘percha de gallinero’ en PAlc). Sabida es la importancia del abalizamiento en los puertos fluviales como el de Lisboa, siempre a punto de cegarse por las tierras de aluvión que arrastra el río. De Lisboa, situada en tierra mozárabe,
baliza se extendería por España y Francia, de donde pasó luego al bretón y al rumano
2.
Que es palabra más antigua y de mayor arraigo en portugués que en los demás idiomas, lo indican las varias acs. que tiene en Portugal y sólo allí. En apoyo de esta etimología se notará que según Jal (p. 227
b) antiguamente las balizas consistían en «longues perches ou palis plantés au fond de la mer», y que un doc. francés de 1612 (ibid. 1116
b) emplea como sinónimos
balise y
palissade de navires.