BADAJO, del lat. vg. *BATUACULUM íd., derivado de BATTUERE ‘batir’.
El diminutivo
badajuelo, con la ac. ‘hablador necio’ ya en Villasandino (l
r. cuarto del S. XV),
Canc. de Baena, p. 126. Existe en todos los romances (
REW, 994) menos el rumano, pero todos, menos el cast. y el port., tienen formas con
-t- o
-tt-, que suponen la base
*BATT(U)ACULUM correspondiente a
BATTUERE. El cast.
badajo y el gall.-port.
badalho,
-al,
-alo, presentan la consonante -
T- sencilla correspondiente a la forma
BATUERE, que también se halla en mss. antiguos (cf. Ernout-M.). Como en los demás romances hay
fottere (
foutre,
fotre)
FUTTUERE opuesto a la base con -
T- sencilla del hispano-portugués (
joder,
foder) se ha dicho que nuestro
BATUERE con -
T- sencilla es debido a influjo de
futuere. Como en la antigüedad la documentación de ambos verbos es escasa y los mss. no siempre cuidan de escribir las consonantes geminadas de acuerdo con la pronunciación y la lengua real, sería más sencillo admitir que la forma más antigua en todo el latín fué
FUTUERE y
BATUERE y que una parte del latín vulgar geminó
-T⺄- en
-TT⺄-, resultando
FUTT(U)ERE, BATT(U)ERE, mientras que el castellano y portugués conservaron la forma más antigua con -
T- sencilla. Aunque la forma con
-t- intervocálica ha triunfado luego aun en hispano-portugués, ha sido sólo en el verbo donde debió de ser al principio forma importada, pues como verbo ha tenido esto siempre mucho menor arraigo en esta parte de la Romania que en italiano, francés y catalán. Nombres dialectales en
RDTP IV, 308-11. El gall.
batala ‘batalla’ (Vall.) se explica por ser galicismo (lo mismo que el cast.
batalla) entrado en Galicia desde Castilla, y adaptado entonces al modelo de
cavalo = cast.
caballo y análogos; a su vez,
badalo ‘badajo’ pudo más tarde ser alteración de
badalho debido al influjo de
batala [y luego
badal (Vall.;
VKR XI, 145) por adaptación al sufijo corriente
-al]. Para
badajo ‘hablador’ y para
badajada ‘despropósito’ (1475, Guillén de Segovia, p. 64
a; Nougué,
BHisp. LXVII),
badajear ‘hablar mucho’, reúne materiales G. de Diego,
RFE XVIII, 8-9, pero no es cierto que sean variantes de
BADALLAR ‘bostezar’: la lengua del hablador se comparó con el badajo de una campana. Igual significado tomaron varias formas galorromances de ‘badajo’ con
-t-: manceau
battas «hâbleur», prov., auv., lemos. y aran.
batalhà ‘hablar indiscretamente’ (
FEW I, 289). Gall.
badalada ‘campanazo’ (= cat.
batallada): «a derradeira
badalada das doce horas»;
badalexar ‘repicar, tañer campanas’ (
DAcG.), port.
badalejar, existirá también
badalear en gall., pues: Castelao emplea el abstracto
badaleo («o
badaleo rítmico de todas as campás de Galiza en leda algarabia» 296.8).