La documentación es tardía. El
DHist. sólo registra ejs. del S. XVI, aunque Nebr. ya lo cataloga (escrito con
c), como sinónimo de
bacín. Además puedo señalar fuentes aragonesas de 1368, 1379 y 1397
1.
Pero los Aranceles Santanderinos del S. XIII (
RFE, VIII, 19) y varios textos del XIV (J. Ruiz,
Castigos del Rey D.
Sancho,
Sumas de Leomarte) sólo conocen
bacín, que a juzgar por su terminación no debe de ser autóctono; igual les ocurre aún a Guillén de Segovia (p. 79) y a APal. (80
b, 352
b; escrito con
ç en todas partes). Port.
bacia y
bacio (de menor ruedo que la
bacia), gall.
bacía. En catalán sólo existen
baci2 y
bàcia, con acento en la primera silaba (como en Aveyron
bássio); y es dudoso que haya representantes del tipo en -
ía fuera de la Península, pues el cremonés
bázia y si boloñés
bäzya3 se acentúan en la primera vocal, ignoramos la acentuación del logud. ant.
bacias d’argentu4, y el fr. medio
bassie, hoy vivo en varios dialectos del centro de Francia, parece ser alteración de
baciée *BACCEATA, luego sólo quedarían Perigord y Tarn
bassio, que podrían ser galicismos (
FEW, s. v.
*BACCIA)5.
Gamillscheg,
ZRPh. XLIII, 548-9, parte de un galo
*BAKKզDIA, adjetivo derivado de un
BACCA, que se halla en glosas isidorianas, y cree que el fr. med. y dial.
basse es regresión de
bassie,
bassière, y que Aveyron
bássio tiene acentuación secundaria, por
bassío. Pero el sufijo
-զDIA es problemático desde el punto de vista céltico (Pedersen,
Litteris, II, 83), la existencia de la variante
bassée junto a
bassie confirma el étimo
*BACCIATA admitido en el
FEW, y un cambio de acento difícilmente se podría admitir en el cat.
bàci,
bàcia; para la conservación algo irregular de la
i en éstos, cf.
cossi *COCEUM (
REW, 2011.3). Estas formas recuerdan el hispano-lat.
BAC(C)EA ‘vasija para agua’ de San Isidoro (
Etym. XX, v, 4), palabra que ignoramos dónde se acentuaba, mas en principio tiene más probabilidades la acentuación en la
A, cuya existencia se comprueba por las formas de la Alta Italia y quizá por el miñoto
bassa ‘tinaja’ (
LouçƟo,
RL XXIX, 249). De suerte que para una acentuación
BACCÉA no queda otro apoyo que el hispano-port.
bacía6. En vista de la fecha y lugar de aparición es razonable la sospecha de que éste se tomara también, sea del gascón
bassie ( <
bacina) o del fr.
bacie (*BACCEATA). En cuanto al origen, sólo podemos asegurar que hay parentesco con la citada palabra isidoriana y con
BACCHINON (>
bacín), empleado por Gregorio de Tours; quizá también con la palabra
BACAR citada por Festo. La etimología última no es menos dudosa. M-L.,
RFE, VIII, 230n., y
REW 863
b y 866, conjetura que sean de procedencia africana, pero sin otro fundamento que el tardío argelino
bāgiya, y la posibilidad, a su vez incierta, de que el fr.
carcan (ya documentado en la Francia merovingia, como
bacchinon) venga del árabe. Que sean derivados del lat.
Bacchus en la acepción de ‘vino’, según la idea de San Isidoro desenterrada por Carnoy,
MLN XXXII, 396-7, carece de toda probabilidad mientras no hallemos testimonios fidedignos de que
bacar y
baccea se emplearon especialmente para beber vino; no es muy orientador el nombre de
vaca de un tipo de recipiente usual en la cerámica barcelonesa de fines de la Edad Media (vid. Marçal Olivar, grabados en su libro sobre la historia de la cerámica antigua de la Corona de Aragón, Barcelona, Salvat, h. 1945) que, aunque tiene a menudo la forma de un animal cornudo, esto puede ser debido a una etimología popular. Y el origen galo no halla apoyo firme en el celta insular, pues la raíz
bacc- significa ‘curvatura’, especialmente ‘gancho’ (Thurneysen,
Keltorom. 39), y el escocés
bac ‘agujero, hondonada’ («a hollow»), citado por Gamillscheg, no puede citarse en su apoyo, como observa Pedersen,
Litteris II, 83. Aunque falte apoyo etimológico en el celta insular, hace pensar en un origen galo el hecho de aparecer el mismo radical en la forma
bacausas ‘bacías de bronce’ («concas ereas») de un glosario citado por Holder, hacia la cual llama Bolelli (
It.
Dial. XVII, 142) atinadamente la atención, agregando que B
ACAUSUS se halla también como nombre de persona en el Noricum y que de
BACAUSA tal vez procedan (pese a las dificultades fonéticas) el piam. ant.
bo?a «acqua stagnante», Valsesia
boggia «cavità del terreno», Como
bôza,
bôz «pozzanghera». Realmente la terminación de
BACAUSA sugiere un origen galo, como el de
ALAUSA, N
EMAUSUS, L
EMAUSUM (sin hablar de otros sufijos galos en
AU:
ALAUDA, NAUDA, B
AGAUDA, BASCAUDA, MUSGAUDA, AGAUNUM).