AZUMBRE, ‘medida de líquidos equivalente a la octava parte de una cántara’, del ár. ȶumn ‘octava parte’ (derivado de ȶamâniya ‘ocho’).
1.ª doc.: azunne1, 1155, Fuero de Avilés, p. 82; azumbre, 1268.
Dozy,
Gloss., 230-1; Eguílaz, 327; Neuvonen, 205-6. La forma del Fuero de Avilés, señalada ahora por vez primera, confirma plenamente esta etimología. Estamos ante uno de los pocos casos de representación del
ȶ arábigo (pronunciado casi como la
z del castellano moderno) por
z, que en el castellano de la Edad Media tenía un valor muy diferente. Antiguamente se pronunciaba
açumbre con
ç sorda (Nebr.). El tratamiento de
mn >
-mbr- es normal, como es sabido, en castellano. De éste volvió el vocablo al hispanoárabe en la forma
súmri (PAlc.)
2.
Por lo común
azumbre es femenino (ya en el F. de Avilés), pero en el
G.
de Alfarache (ed.
Cl.
C. II, 198.22) se lee
medio azumbre. En fecha más tardía se tomó, de la misma palabra arábiga en otra forma vulgar, el cast.
tomín ‘medida equivalente a un octavo de castellano’ [ley de 1497,
Aut.]; la forma del árabe vulgar
tomin (por
ȶumn) está documentada por un viajero francés de princ. del S. XVII en Dozy,
Suppl. I, 164
a; del cast. el vocablo pasó al fr.
tomin [1611;
Le Français Mod. VIII, 253-4]; derivado de
tomín parece ser
tominejo, nombre del pájaro mosca en el Perú según Acosta (1590), por la suma pequeñez que es común a la medida y al pájaro;
tomineja.
DERIV.
Azumbrado ‘medido por azumbres’, ‘ebrio’.
1 Más testimonios de la forma con consonantismo etimológico, en documentos del Bajo Aragón: un açumne de agua [de regar] S. XIII, açumen de aqua y açumnes en 1173, açumnes en 1169, una azumne (de aqua) med. S. XII (Al-And. X, 80 n. 1, 84 y n. 4, 84, 85).― ↩
2 No está bien planteada la cuestión en RFH VIII, 19. Aunque sea rara la transcripción de ȶ como ç, es imposible dudar de esta etimología, entre otras razones porque hay otros casos evidentes, como CELEMÍN (de la misma familia que azumbre) y cegrí; la falta de raíz y la misma forma de súmri muestran con evidencia su carácter de hispanismo. Tratándose de fonemas extranjeros, sin correspondencia en el idioma prestatario, es normal que éste vacile, y que, junto a la trascripción más frecuente t, exista otra trascripción aproximada ç. ↩