AZADA, del lat. vg. *ASCIATA ‘herramienta provista de una ascia’: ascia era una especie de hacha o azuela y en este caso hace referencia a la hoja de la azada.
1.ª doc.: aszata, 978 (Oelschl.); açada, Berceo.
En un glosario latino (CGL III, 204.32) se halla ya asciatum traducido por ęξινǠρυξ, es decir, la combinación de una ęξίνƓ ‘hacha’ con un ƽρυξ ‘pico’, el equivalente por tanto de un zapapico, y Paladio habla de ascias in aversa parte referentes rastros (ThLL), o sea una especie de zapapico, pero con dos puntas a modo de horca, en lugar del pico. Una herramienta semejante hubo de designar al principio el lat. vg. *ASCIATA. Se trataría inicialmente de un adjetivo que calificaba un sustantivo como marra, raster o ligo, y de aquí que su género variara (asciatum, asciata). Para ejs. antiguos en castellano, vid. Castro, RFE, VIII, 14. El vocablo tuvo siempre ç sorda (Nebr., etc.), consonante que en los dialectos leonés, aragonés y mozárabe se sustituía en este caso por x (leon. ant. exata, M. P., Oríg., 313; arag. (a)jada). La forma dialectal leonés-aragonesa subsiste como (a)jada en Navarra, puntos de Zaragoza y Santander, ašáu en Echo y Ayerbe, aišáda en el Bierzo y Asturias, šáda junto al Navia, eiš- en la prov. de León, jade en el valle de Ulzaure (Navarra): RDTP II, 278-9. Del mismo origen: port. enxada, cat. aixada, oc. aissada; aixata 940 y exada 965, ya en docs. cat. en bajo latín, aissata en Montpellier, 1190, etc. (BhZRPh. CXV, 159).
DERIV.
Azadón [1199]: designó instrumentos varios (Nebr.: «açadon para roçar: runca, runcina; a. de pala e peto: bidens; a. de muchos dientes: rastri»); de aquí azadonada (nótese que en este caso, por razones eufónicas, se evita el sufijo -azo: azadonazo sólo figura en el Lazarillo de Luna).