AVUTARDA, ‘zancuda común en España, parecida al avestruz’, del antiguo autarda y éste del hispanolatino AVIS TARDA íd., propiamente ‘ave tarda’, así llamada por su vuelo pesado.

1.ª doc.: abtarda, S. XIII, Elena y María, publ. por M. P., RFE I; autarda, J. Ruiz, G745c; abutarda, ibid. S.

El desarrollo fonético de AVEM TARDAM en abtarda y autarda es regular; posteriormente por influjo de ave, este último se cambió en avutarda (escrito con b en Nebr.); se halla también agutarda (J. Manuel, Libro de la Caza, 75.29) y avetarda [APal. 39b]; port. abetarda, en el Alentejo abatarda ‘mujer gorda’ (RL IV, 53). Plinio (X, xxii) y S. Isidoro (Etym. XII, vii, 13) atestiguan que avis tarda era denominación española, comp. Loewe, ALLG I, 33. Para el fr. outarde y sus variantes, vid. VRom. IV, 89.

Sinónimo de avutarda es avucasta [abocasta, 1386: López de Ayala; abucasta, Nebr.], procedente del lat. AVIS CASTA, cuyo desarrollo fonético es paralelo al de avutarda; la denominación creo que se explica por la ac. ‘santo’ que tenía el lat. CASTUS, más que por la castidad del ave (como supone APal. 39b): parece haberse tratado de una ave sagrada de los antiguos hispanos. De aquí la deformación avucastro ‘persona pesada’ (ya Covarr.). Del español pasó el vocablo al hispanoárabe bucásta (PAlc.).

DERIV.

Avutardado.