AUGE, ‘apogeo de un astro, punto de máximo alejamiento respecto de la tierra’, del ár. ȐaȬǤ íd.

1.ª doc.: 1256-76, L. del Saber de Astronomía.

Dozy, Gloss., 217; Eguílaz, 310. El vocablo está aislado en árabe; algunos lo cambiaron en áȬǤ por influjo de ȐáwaǤ ‘curvo’, pero ésta es forma secundaria, de suerte que, según observa Lokotsch, debe ser de origen extranjero. Quizá sea arabización del gr. ęψίς, -Ɨƌος, ‘bóveda del cielo’, cuya forma latina absis se empleó en latín medieval en el sentido de ‘auge de un astro’ (Devic; Nebr.: «absis, -idis: el auge del círculo en astronomía»; cita de Galileo en la Crusca); es verdad que entonces la evolución fonética de s en Ǥ se comprendería mejor suponiendo que fué el español el que sirvió de intermediario entre el grecolatino y el árabe, que al revés (comp. absentem > cast., port. ausente, y celosía > celogía, tisera > tijera); pero así y todo habría dificultades ―pues la s apoyada difícilmente podía dar la sonora Ǥ―, y como es el árabe el que ha proporcionado vocabulario astronómico al español y no el español al árabe, debemos dejar la cuestión en suspenso y ponerla en manos de los especializados en la historia del léxico arábigo; sea como quiera una evolución fonética absis > auge no sería posible en castellano puro y se hace preciso admitir un intermediario, sea árabe o sólo mozárabe.

La grafía del castellano antiguo es vacilante, pues en Alfonso el Sabio aparece auxe1 (si es correcta la ed. Rico Sinobas), mientras que Nebr. da auge, que es también la forma portuguesa [med. S. XVI: J. de Barros] e italiana [Boccaccio]. La ac. figurada ‘elevación en dignidad o fortuna’, que en castellano no se documenta antes de Aut., podría estar tomada del italiano [S. XIV], pero debemos considerarlo incierto teniendo en cuenta que en portugués ya se lee a med. S. XVI (Hist. Náutica).

1 El paso de -Ǥ a -š sería posible en posición final en árabe.