ATRIL, del antiguo latril y éste del b. lat. LECTORզLE íd., derivado de LEGĔRE ‘leer’.
1.ª doc.: latrile, inventario latino-castellano de 1310, Esp. Sagr. XLV, 256; atril, h. 1400, Glos. de Toledo y del Escorial.
Diez, 429, 630; Cuervo,
Rom. XII, 108-9. También port. antic.
atril (Fig.), antes
leitiril (cita de los
Inéditos de Alcobaça en
CortesƟo, quizá errata por
leituril; en el
REW, 4964, se cita una forma port. ant.
leitoril), oc. ant.
letril; y, con disimilación, fr. ant.
letrin [S. XII, todavía en Rabelais
1], fr.
lutrin (con influjo de
lu ‘leído’), y varias formas dialectales italianas (quizá galicismos en parte: sic.
littirinu, napol.
lettorinཙ, genov.
leterin, venec.
letorin). Existió también una forma cast.
retril [1r. cuarto S. XVII, en el segoviano Ant. de Ledesma, Pagés], debida a disimilación; la forma actual se explica por confusión de la
l- con la del artículo:
el letril >
el etril, y luego
atril, por lo raro de la sílaba
e- en inicial de palabra (el
latrile de 1310 se basará ya en un
atril castellano, rectificado parcialmente por tradición erudita).
No es aceptable morfológicamente el étimo *LECTORINUM que propone M-L., ni el *LECTRINUM de Gamillscheg, contradicho por las formas portuguesa e italianas.
DERIV.
Atrilera. Atrilejo [1434, «dos atrillejos pequennos para tener libros en el estudio», invent. Catedral de Toledo Z-4-1-4, A. Castro].
1 «Un nommé Perrin Dendin, homme honorable, bon laboureur, bien chantant au letrin, homme de crédit», Quart Livre, cap. XLI. Otros ejs. en C. J. Meck, BhZRPh. XLI, 320. ↩