ATARJEA, ‘caja de ladrillo con que se visten las cañerías’, ‘caño de ladrillos que lleva las aguas de la casa al sumidero’, de origen arábigo, pero de etimología incierta, probablemente de táǤriya ‘acción de cubrir con tejas o ladrillos’.
En esta fuente el vocablo aparece tres veces, escrito respectivamente
atarxea,
ataxea y
atajea, según el
Dhist.
1.
La etimología de la Acad. (ya 1884), bereber
ȶargā ‘conducto de agua’, es la más autorizada, pues la ha hecho suya Colin (
Hespéris VI, 61n. 1), precisando que en realidad se trata de una palabra bereber
targa o
tarya, y que contiene el artículo bereber. No hay necesidad de señalar las dificultades fonéticas: falta explicar la terminación
-ea y el cambio de
g o
y en
j. Estas dificultades no son decisivas, ya que podrían quizá explicarse por la forma árabe que debió servir de intermediario entre la bereber y la castellana (análogamente Steiger,
VRom. X, 36), pero claro está que mientras no se documente esta forma árabe (nada en Dozy,
Suppl.) la etimología permanecerá dudosa. J. Kurylowicz,
Rocznik Orjentalistyczny, II, 251, propuso como étimo un ár.
*tárǤiya, que fonéticamente sería perfecto (Steiger,
Cont. 73n.2, admite esta etimología), pero como es derivado de
ráǤā (o
raǤâȐ) ‘lado’ o ‘lado de un pozo’ (
Qamûs,
?auharí) sólo podría significar ‘acción de revestir las paredes de un pozo’ y sobre todo es palabra puramente hipotética, como observa Colin. Teniendo en cuenta que varias palabras de la raíz ár.
Ǥ-r-y ‘correr’ se refieren al agua y a conductos o cañerías de agua (
Ǥárà ‘manar [el agua]’, Freytag,
máǤrà ‘cloaca’, ‘caño de la cloaca’, ‘canal’, ‘sangradura de un canal’ en R. Martí, PAlc. y otros autores vulgares,
miǤarâ ‘caño o albañal’ en PAlc), se puede pensar en
táǤriya, que los citados lexicógrafos hispanoárabes registran en otra ac., pero que debió de significar asimismo ‘acción de cubrir con tejas o ladrillos’ puesto que es el nombre de acción de la 2.ª forma (
Ǥárrà), que significa ‘cubrir, especialmente cubrir una casa con tejas o pizarra’, según un comentario de Dozy sobre Almacarí (Dozy,
Suppl. I, 190
a). El paso de
Ǥr, bien a
rj o a
j, no ofrecería dificultad, y menos aún el traslado del acento, que es normal en palabras de este tipo (Steiger,
l. c.). Esto es por ahora lo más verosímil. Es inseguro, sobre todo desde el punto de vista semántico, que sea la misma palabra que
atarjea el cast.
ataguía ‘macizo de tierra arcillosa u otro material impermeable para atajar el paso del agua durante la construcción de una obra hidráulica’ [1736]. Es imposible la etimología de Alix (Eguílaz, 305), ár.
tárȟa ‘depósito de agua a la salida de un canal’, entre otras razones porque no hay ej. alguno de que el
ȟ dé
j en castellano. Partir con Asín,
Al-And. IX, 23, de un ár.
*ƫarɅîya ‘vía de los excrementos’ (derivado de
ƫarɅ ‘excrementos’) supondría que la
j venga de una antigua
h aspirada castellana, lo cual sólo sería posible de ser
atarjea forma muy reciente, pero estando documentada desde 1527, su
j ha de venir de
Ǥ o
š arábigos.