ATARJEA, ‘caja de ladrillo con que se visten las cañerías’, ‘caño de ladrillos que lleva las aguas de la casa al sumidero’, de origen arábigo, pero de etimología incierta, probablemente de Ǥriya ‘acción de cubrir con tejas o ladrillos’.

1.ª doc.: Ordenanzas de Sevilla, ed. 1527.

En esta fuente el vocablo aparece tres veces, escrito respectivamente atarxea, ataxea y atajea, según el Dhist.1. La etimología de la Acad. (ya 1884), bereber ȶargā ‘conducto de agua’, es la más autorizada, pues la ha hecho suya Colin (Hespéris VI, 61n. 1), precisando que en realidad se trata de una palabra bereber targa o tarya, y que contiene el artículo bereber. No hay necesidad de señalar las dificultades fonéticas: falta explicar la terminación -ea y el cambio de g o y en j. Estas dificultades no son decisivas, ya que podrían quizá explicarse por la forma árabe que debió servir de intermediario entre la bereber y la castellana (análogamente Steiger, VRom. X, 36), pero claro está que mientras no se documente esta forma árabe (nada en Dozy, Suppl.) la etimología permanecerá dudosa. J. Kurylowicz, Rocznik Orjentalistyczny, II, 251, propuso como étimo un ár. *tárǤiya, que fonéticamente sería perfecto (Steiger, Cont. 73n.2, admite esta etimología), pero como es derivado de Ǥā (o raǤâȐ) ‘lado’ o ‘lado de un pozo’ (Qamûs, ?auharí) sólo podría significar ‘acción de revestir las paredes de un pozo’ y sobre todo es palabra puramente hipotética, como observa Colin. Teniendo en cuenta que varias palabras de la raíz ár. Ǥ-r-y ‘correr’ se refieren al agua y a conductos o cañerías de agua (Ǥárà ‘manar [el agua]’, Freytag, Ǥ ‘cloaca’, ‘caño de la cloaca’, ‘canal’, ‘sangradura de un canal’ en R. Martí, PAlc. y otros autores vulgares, miǤarâ ‘caño o albañal’ en PAlc), se puede pensar en Ǥriya, que los citados lexicógrafos hispanoárabes registran en otra ac., pero que debió de significar asimismo ‘acción de cubrir con tejas o ladrillos’ puesto que es el nombre de acción de la 2.ª forma (Ǥárrà), que significa ‘cubrir, especialmente cubrir una casa con tejas o pizarra’, según un comentario de Dozy sobre Almacarí (Dozy, Suppl. I, 190a). El paso de Ǥr, bien a rj o a j, no ofrecería dificultad, y menos aún el traslado del acento, que es normal en palabras de este tipo (Steiger, l. c.). Esto es por ahora lo más verosímil. Es inseguro, sobre todo desde el punto de vista semántico, que sea la misma palabra que atarjea el cast. ataguía ‘macizo de tierra arcillosa u otro material impermeable para atajar el paso del agua durante la construcción de una obra hidráulica’ [1736]. Es imposible la etimología de Alix (Eguílaz, 305), ár. tárȟa ‘depósito de agua a la salida de un canal’, entre otras razones porque no hay ej. alguno de que el ȟj en castellano. Partir con Asín, Al-And. IX, 23, de un ár. *ƫarɅîya ‘vía de los excrementos’ (derivado de ƫarɅ ‘excrementos’) supondría que la j venga de una antigua h aspirada castellana, lo cual sólo sería posible de ser atarjea forma muy reciente, pero estando documentada desde 1527, su j ha de venir de Ǥ o š arábigos.

1 La forma atajea sin r se halla además en Cabrera (1598) y en Jovellanos, mientras que Aut. prefiere atarxea, pero advirtiendo que el vulgo dice ataxía. Además atejía en Ortiz y Sanz (S. XVIII). En Cuba se dice tagea (Pichardo); la Acad. registra tajea sin calificación local y con un leve cambio de sentido.