ATAIFOR, ‘plato hondo’, ‘mesa baja que usaban los musulmanes’, del ár. ƫaȳfûr íd.

1.ª doc.: Atayfer (¿errata?), 1431-50, Díaz de Gámez; ataifor, Nebr.

Dozy, Gloss., 209; Suppl. II, 48a; Eguílaz, 299. El vocablo árabe ya figura en R. Martí, en el tangerino Abenbatuta (S. XIV), etc., y tiene ya ambas acs. Para una descripción de la mesa llamada ataifor, vid. Diego Torres en el suplemento de Dozy. Nebr. lo describe como un aparador («abax: aparador o ataifor morisco», Lex. Lat. Hisp.; «ataifor morisco: abacus», Dict. Hisp.-Lat.)1. El diminutivo ataiforico es una de las palabras que el Dr. Villalobos censura en el S. XVI como término morisco usado en Toledo; parece tratarse de un objeto empleado por los cristianos, pues de otro modo no hubiera desaprobado el uso de un vocablo árabe; aparece también en Acad. 1780, Supl.

DERIV.

Tafurea [2.° cuarto S. XV, Díaz de Gámez, Pero Tafur; «tafurea para passar cavallos: hippagium» Nebr.], del ár. taȳfūrîya ‘plato hondo’, seguramente tomado por conducto del cat. tafurea [-eya, 1415] ‘especie de nave’, desde donde el vocablo se propagó hasta el francés [1365], hasta el griego cipriota [1340], en la época de la dominación catalana en Grecia, y a otras lenguas europeas; V. el trabajo de H. y R. Kahane, Estudios M. P., 1950, I, 75-89.

1 La forma ataifar que el DHist. atribuye a este diccionario de Nebr. no es la que figura en la ed. príncipe de este diccionario ni del Latino-Español.