ASCUA, ‘brasa viva’, origen desconocido, quizá prerromano.

1.ª doc.: 1251, Calila (ed. Allen, 139.71; ed. Rivad., p. 53).

Otros testimonios medievales: Gral. Estoria I, 302a24; Corbacho, ed. P. Pastor, 2021; Canc. de Baena (DHist.); Nebr.; en todas partes ya con el significado moderno; igualmente port. áscua, cuya antigüedad deberá investigarse, pues Moraes no da autoridades, y así Fig. como CortesƟo lo creen de origen español. Se trata de un vocablo exclusivamente castellano. Luego sería importante un cat. ascorroll ‘rescoldo más abundante en ceniza que en brasas’ (AILC IV, 197) que Hubschmid (Pyrenäenw. vorroman. Urspr., 53n.141) relaciona con ascua. No me es palabra conocida y ha de ser forma del dialecto occidental (nótese as-), en el cual la inicial as- corresponde por lo general a un es- antiguo; Alcover sólo trae escarrollar (con su postverbal escarroll y variante local escorroll), voz dialectal de Tortosa, con el sentido de ‘rebuscar redrojos’, de donde fácilmente se podría pasar a ‘residuo en general’ y ‘residuo de ceniza’; es derivado de carroll ‘gajo, redrojo’ (CARYLIUM), desde luego sin relación con ascua, y aunque no puedo ahora comprobar la cita, supongo que ahí se tratará de esto mismo. Desde los comienzos de la filología romance se ha vacilado entre dos etimologías, muy inciertas ambas, entre las cuales es difícil elegir la más probable; no es nada improbable que ambas sean falsas. Diez, Wb., 426, se inclinaba por una forma germánica emparentada con el gót. azgô ‘ceniza’, que en las demás lenguas germánicas reviste formas con una k en lugar de la g: a. alem. ant. asca, ags. asce, escand. ant. aska, alem. asche, ingl. ash2. Con reservas se adhirió a esta opinión Schuchardt (ZRPh. XXVIII, 739), haciendo notar que brasa y el port. fona ‘chispa’ son también germanismos. Presenta esta etimología una grave dificultad fonética: aparte del hecho de que el gótico tiene g, no nos explica la u romance, pues siendo azgon- el tema declinado de la voz gótica, de ninguna manera podemos esperar una transcripción romance capaz de explicar el cast. ascua. En definitiva la etimología germánica es inverosímil. Mahn, Etym. Untersuch. 128, y posteriormente M-L., se declararon por el vasco ausko, con artículo auskoa, que habría perdido su u por disimilación. Jud, ASNSL CXXVII, 435n., hizo notar la incertidumbre de esta etimología vasca, y M-L., ASNSL CXXIX, 230-1, trató de defenderla. En conclusión el vasco ausko es palabra mal documentada, de existencia dudosa y de significado vagamente definido3. Aun si todo esto constara mejor, faltaría averiguar si es palabra autóctona o tomada del castellano; y finalmente: ¿sería ascua un vasquismo propiamente dicho, o un iberismo? Lo primero es muy difícil tratándose de un vocablo ya general en el S. XIII; para lo segundo, las bases halladas hasta aquí son endebles. Deberían investigarse los demás casos de terminación prerromana -ŬA. Hay varios ejemplos toponímicos que pueden apoyar el origen prerromano (Oscua ‘Huesca’; dos Àssua en el NO. de Cataluña; un Ascua, nada menos, como nombre de ciudad en Plinio), pero el apoyo que le presta el vasco ausko tiene escaso valor4. Si constase de alguna manera que existió AUTSceniza’ en ibérico o protovasco, podríamos suponer que de ahí se derivó en esta lengua un *AU(T)S-C֊-A, étimo de ascua, lo cual es posible, pero hasta ahora problemático.

DERIV.

Áscuara ast. ‘brasa’ (V).

1 Esta edición trae asgua, pero como Simpson imprime asqua sin variante alguna, quizá asgua es errata.―

2 Uhlenbeck y Kluge dan dos explicaciones diferentes de la divergencia entre el gótico y las demás lenguas germánicas. Es problema oscuro.―

3 La recogió Humboldt y tras él Van Eys, pero no Azkue; tampoco figura en Aizkíbel, Manterola, López Mendizábal ni Larrasquet. La fuente última parece ser el diccionario labortano de Pouvreau (1656), que define ausko «braise, matière de cendre», definición etimologizante que inquieta. Su paisano y coetáneo Oihenart le corrige en azkua, que es evidente euscarización de la palabra española; hoy el labortano Lhande no conoce tampoco la palabra. Que el ausko de Pouvreau es también alteración del cast. ascua, parece indicarlo la falta de h-. Es verdad que la etimología de ausko dentro del vasco es clara, pues los derivados en -ko pertenecen a un tipo ordinario, y existe el primitivo (h)auts ‘ceniza’ en todos los dialectos. Pero la h- que este vocablo tiene en los dialectos vascos de Francia con frecuencia corresponde a una K- ibérica (cat. quer = vasco (h)arri). Si éste fuese el caso de hauts, nuestro ascua no podría ser iberismo, sino vasquismo tardío. Lo peor de todo es que el único significado bien real y comprobado de (h)ausko es sólo ‘fuelle’ (a. y b. nav., ronc, lab.: Azkue) y no hay fundamento para admitir otra cosa.―

4 Martina Franca ascuà «bruciacchiare» (ARom. XV, 125) y otras formas análogas del Mediodía de Italia, se parecen a ascua por una pura casualidad. Se trata de representantes locales de USTULARE > uschiare (REW, 9097).