ARIENZO, ‘moneda y peso antiguos’, del lat. ARGĔNTĔUS ‘de plata’, derivado de ARGENTUM ‘plata’.
Para formas antiguas de
arienzo, vid. M. P.,
Oríg., 53, 73, 278-9; Cej. V, § 35. La ac. ‘medida de peso’ (equivalente al valor de una moneda de plata) se halla sobre todo en textos aragoneses [invent. de 1374:
BRAE II, 344], pero también en Berceo (vid. Lanchetas, s. v.), y como nombre de moneda se encuentra también en Aragón (Tilander, S 323.2). Hay también port. ant.
arenço (a. 1187, en Viterbo;
sella arintia ‘silla de plata’ en 992: citado en
Festschrift Jud, p. 666). Por esta forma portuguesa se ve que la
i de
arienço no procede de la
G latina, sino de la diptongación de la
E tónica; la
G desapareció. Y esto no sólo en
ARGENTEUS, sino también en
ARGENTUM, como se ve por la frase «
CCC solidos
ariento» de un doc. asturiano de 1046 (M. P.,
Oríg., 161) y otras formas recogidas en la obra citada (pp. 278-9), así como por el nombre de lugar mozárabe
Lanteira (Granada), antiguamente
alantáȳra, o
aryantáȳra, es decir,
ARGENTARIA, por las minas que allí había (
o.
c., 100); también gall.-port. ant.
arento,
arente (
Canc.
da Vaticana, 826.52;
Cantigas de Alfonso X). Estando afectado el simple
ARGENTUM, no podemos explicar el fenómeno por una disimilación en la etapa
ARJENTJO (como sugiere Cornu,
GGr.
2, § 221); se trata de un fenómeno interromance, que reaparece en el nombre de lugar
Arentelle de los Vosgos,
Arentella como forma vulgar de
Argentilla en la
Vita Deodati, que algunos han querido explicar por un influjo galo (J. U. Hubschmied,
VRom. III, 139), mientras otros explican por el osco la forma
*AREGENTUM representada por it. ant.
ariento y varias formas dialectales de Italia (Vid.
REW, 640, que lo pone en duda)
1.
Ambas ideas son inverosímiles (Pokorny,
VRom. X, 264, rechaza detenidamente la primera). Quizá se trate de algo puramente romance. Y sin embargo la presencia muy repetida del fenómeno en inscripciones de fecha muy antigua que han ido apareciendo estos años tiende a reforzar el crédito de la idea de J. U. Hubschmied (claro que reemplazando «galo» por «céltico»): los dioses gemelos (f. y m.)
Arentia,
Arentios, aparecen unidos en dos inscripciones de Beira Baja y en dos de Coria (Cáceres) y uno de los dos en otras dos inscripciones lusitanas (citas o textos en J. M. Blázquez,
Hom.
Tovar 1972, 88.31, 32). Se trata pues de datos de época pagana, muy antiguos, sin posibilidad todavía de evolución romanizante. Desde el artículo de Pokorny en 1945 se ha evolucionado mucho en el sentido de admitir mayor diversidad dialectal dentro del celta continental (un estudioso tan prudente y crítico como Lejeune va hoy mucho más lejos que Pokorny, más atrevido que él en aquel tiempo), y no digamos ya en cuanto lo sorotáptico entra en escena. Lo que sí es posible es que no se trate tanto de lenición céltica cuanto de tendencia más propia de los Urnenfelder, que del lenguaje de éstos se propagase luego a lo céltico superpuesto.