ARENQUE, del fr. hareng o del gasc. arenc (herenc), procedentes del fráncico hâring ( = alem. hering) íd.

1.ª doc.: 1277 en Navarra, BHisp. LVII, 449; J. Ruiz.

Esta palabra germánica pertenece exclusivamente al germánico occidental y es ajena al gótico y al escandinavo; el pez no es propio del Mediterráneo. El vocablo se extendió desde Francia (donde ya aparece haringus en el S. VI) a los demás romances. En España entraría por el Cantábrico: J. Ruiz habla ya de los arenques de Bermeo.

DERIV.

Arencar ‘salar y secar (sardinas) a modo de arenques’ [Orden. de Sevilla, ed. 1527]; sardina arencada (G. de Alfarache, Cl. C. V, 27.21) = cat. arengada ‘arenque’. Arencón.