ARENA, del lat. ARୱNA íd.
1.ª doc.: Cid.
DERIV.
Arenal. Arenar. Arenación. Arenaza. Arenero. Arenilla. Arenillero. Arenisco [APal. 233d]; arenisca. Arenoso. Desarenar; desareno. Enarenar; enarenación. Arenáceo, tomado del lat. arenacĕus íd. Sería muy antiguo el cat. areny ‘arenal’ y ‘glera de río’ (muy documentado desde el S. XIV, DAlcM., y aun antes, y muy arraigado en la toponimia o el lenguaje popular de todo el territorio continental), que supondría un deriv. lat. vg. *ARୱNĔUM, del cual no quedarían pruebas en otro romance alguno. Lo cual podría valer, a pesar de Moll, como indicio de que sea haplología de un *areneny. Un top. antiguo Arenium de Italia, que no conozco, es muy susceptible de otras varias interpretaciones que saltan a la vista, entre otras la del nombre de persona céltico Aren(i)us, muy repetido (vid. Holder: deriv. del adv.-prep. célt. are < ieur. PAR?), aunque es cierto que -eny es sufijo mucho menos productivo en cat. que en cast.; sin relación con areny es el nombre de lugar Areiño, entre Vigo y Arealonga, vecindad que comprueba la etimología CAPUT AREN-INUM (supongo sea el Areyño de un doc. de 1484, Sarm. CaG. 179r, si bien el contexto que nos da podría sugerir un paraje más cercano a Pontevedra y aun acaso un apelativo).
El port. eiró ‘anguila de mar’ [Moraes, var. eiról en Fonseca Henriques, princ. S. XVIII, CortesƟo] y gall. airóa ‘anguila de mar pequeña’ como voz de la Coruña, Sarm. CaG. 81r, pero halla también airóa de mar (A15r, lo cual da a entender que puede haberlas también de río1, procederían de un *ARANEOLA derivado de ARENA, según Baist (Krit. Iber. zur Rom. Phil. IV, 344), a lo cual objeta M-L. que no es formación admisible en latín. Realmente hay que buscar otra etimología, pues además -ENEOLA habría dado -eñó(a) y no -oa. Pero decir que viene de un *AREOLA de origen desconocido, como hace el REW (633), ateniéndose a lo dicho por C. Michäelis, RLus. III, 144, es casi como no decir nada. Indico, pues, dos posibilidades muy hipotéticas y entre las cuales es difícil elegir la preferible, aunque las dos lo son a lo dicho hasta ahora.
Tal vez sea voz substrática, y aun quizá indoeuropea (sorotáptica?): dimin. romance en -OLA firmado sobre un *AHRIA o *AHLIA, hermano de los nombres de la anguila en varias lenguas de la familia y que proceden del ieur. ANG?HI- ‘culebra’ (y ‘gusano’), vid. Pok. IEW 43-44; con -L-: gr. ƒƔχελυς, lat. anguilla, con -R-: esl. común ྿gorĭ, lit. ungurỹs < ang- (> finés ankerias), prus. ant. angurgis, gr. dial. ƴμβƓρις (< *engȮeri-), y sin -R- ni -L-: célt. *UNG- ‘anguila’ (en el cpto. irl. esc-ung, ky. llys-w-en, propiamente ‘culebra de agua’); un tipo etimológico ևG?H?R- podría dar sorot. AHR- (o bien ևG?H?L > AHL-), o algo análogo.
Por otra parte hay la realidad más palpable del lat. HIRȢDO, -DէNIS ‘sanguijuela’. Aunque una sanguijuela no es una anguila, son animales no sin semejanza formal y de hábitos y habitat análogos se concebiría, pues, que un derivado romance de HIRUDO (voz no ajena al lat. vg., cf. oc. eruge) se hubiera empleado como nombre de una anguila joven; y así como HIRUNDO ‘golondrina’ aparece sustituido por un *HIRUNDULA (> cat. dial. orenola, gascón arounglo, y los paralelos fr. hirondelle, cat. orenella, etc.), podríamos suponer una variante *HէRUDULA de HIRUDO, como nombre de una pequeña anguila; sincopado o no en *HERULLA, la terminación en ambos casos era tan poco corriente que era fácil que esto se convirtiera en *ERIOLA o *ARIOLA de estructura más corriente, ayudando a ello la contaminación de ARE(N)A, puesto que al fin y al cabo, es cierto que la anguila se arrastra por la arena2
En conclusión, esta es una combinación que adolece de complicada (formal y semánticamente) y la otro de harto hipotética; quizás la otra sea algo preferible.
1 También eiroa, en las rías de Betanzos, Sada y Xubia, todas junto a la Coruña, según Crespo Pozo, y ya en F. J. Rdz., con cita de Cornide; airol, que vive en la desembocadura de los ríos, Eladio Rdz.― ↩
2 Todavía cabría pensar en un (h)eriola, diminutivo del lat. clás. (H)ER ‘erizo’ y ‘erizo de mar’. Pero aquí sí que la base semántica es sumamente endeble, además de que HER no ha tenido prole romance y que, no formándose diminutivos en -OLUS más que sobre primitivos en -IUS o -EUS, habría que suponer ad hoc un derivado *HEREUS. Luego abandono esta idea. ↩