ARDITE, ‘moneda de poco valor’, del gasc. ardit, de origen incierto.
Cej. V, § 59.
Aut. y su contemporáneo Tosca dan el
ardite como moneda propia de Cataluña, pero la aparición temprana en Pamplona y la frecuencia y antigüedad del vocablo en Gascuña, indican, por ahora, como fuente más probable, esta última zona, por lo menos en cuanto a la primera introdución del vocablo, que luego pudo ser reforzada por otra corriente procedente del catalán
1.
La etimología es oscura. Se ha pensado muchas veces en el rey de Francia Felipe el Atrevido (S. XIII, en francés
Philippe le Hardi), como el introductor y epónimo de la moneda, pero la diferencia cronológica y la limitación geográfica dejan subsistir una fuerte duda: aunque se halla
hardi en francés desde el S. XV, se trata sobre todo del Sur de Francia. El numismático Longpérier (citado por Foulché-Delbosc,
RH LXXIII, 489-95) llega a la conclusión (ya sugerida antes por Puigblanch, según cita de Vinaza, p. 830), de que viene del ingl.
farthing (con
th sonora), moneda de poco valor creada en el S. XIII, e introducida en Guyena por la dominación británica; la
f- se habría cambiado por
h- regularmente en Gascuña y la etimología popular habría alterado la terminación; la dificultad, como observa F.-Delbosc, estriba en que justamente en Gascuña el vocablo aparece sin
h-. Sin embargo, como la primera documentación, de princ. S. XIV, viene toda de la Gascuña inglesa (vid. Mateu y Llopis), puede admitirse que en esta zona fronteriza del francés, cambiado
farthing fonéticamente en
*hardi(
n), pasó luego a
ardit identificándose por etimología popular con el adjetivo que significaba ‘ardido’ y que era
ardit en gascón, pero
hardi en lengua de Oïl.