ANZUELO, de una forma romance primitiva *HAMICIOLUS, resultante de *HAMICELLUS por cambio de sufijo, y éste diminutivo del lat. HAMUS íd.

1.ª doc.: Berceo.

Cej. VI, § 20. Tenía -z- sonora en castellano antiguo (Nebr.; APal, 17d, 19d, 188b) y todavía es hoy ancól en Sanabria (Krüger, Homen. a M. P., II, 138), port. anzol (variante mozárabe, procedente del Sur); una forma parecida hallamos en el milan. amisgiö (alterado en anizzö en otros dialectos del N. de Italia: REW 4025). Más antiguo sería el tipo *HAMICELLUS, que hallamos subsistente en el gallego amocelo, amucelo1 (vid. García de Diego, Contr., § 297), y ligeramente alterado en el port. ant. armuzello, tarent. armušiȓȓu. En cuanto al fr. hameçon, no puede compararse con estas formas, pues en francés hubiera debido perderse la e: parece tratarse de una forma analógica de someçon derivado de somet y análogos (A. Thomas, Rom. XLI, 281-3).

La generalización del diminutivo fué necesaria en castellano para evitar una homonimia grotesca con amo ‘ayo’, ‘dueño’; otros romances que no poseen, por lo menos en forma propia, esta palabra, han podido conservar el lat. HAMUS: cat., oc. ham, it. amo (pero también amo en gallego); el cast. hamo que registra la Acad. (ya 1843) es latinismo desusado.

1 Es el único que registra Sarm. (CaG 181v); vocablo olvidado por Vall. y Lugrís. No habiendo más que anzol en portugués y anzuelo en castellano es probable suponer que primero existiría en gallego *amezó asimilado en *amuzó al cual se agregó luego -elo.