ANAVIA, rioj., ‘arándano’, del vasco ant. anabia ‘el arándano’.

1.ª doc.: med. S. XVIII, P. Sarmiento, en Colmeiro, III, 519.

La forma antigua, sin artículo, anabi (comp. el apellido Anabitarte), se cambió hoy en la mayor parte de los dialectos vascos en abi, con la caída regular de la -n- entre vocales, pero suletino ahabi, vizcaíno arabi. En el castellano de Álava abi o abia; en Sajambre anabios, anaos «llumbres para dar luz en los chozos o cocinas, sacadas del arbusto del mismo nombre» (Fdz. Gonzz., Oseja, 190). Rioj. anabia ‘fruto del arándano’ (RDTP X, 326), en Ojacastro, valle donde el vasco se habló hasta fines de la Edad Media. Michelena (BSVAP X,381): «etimología totalmente satisfactoria», sólo que el vasco ant. anabia tiene que llevar *, y es dudoso que la -a sea el artículo; en cuanto al apellido Anabitarte parece ser otra cosa (bitarte ‘espacio intermedio’ con un prefijo ana-). Del mismo origen, a base de una forma romance *ANABIONE, *ABA(N)IONE, vienen el gasc. pirenaico, anajoun, auajoun, abagnou, etc., cat. naió, aió, nabiu, nabís, avajó (Rohlfs, BhZRPh. LXXXV, § 8: Corominas, Vocab. Aran., 17; BDC XXIII, 299). Nada puede tener que ver con avia, nombre de planta en Columela cuya identidad se ignora.