AMERAR, arag., ‘aguar (el vino)’, ‘empapar de agua (la tierra u otro material seco)’, del cat. amerar (o amarar) íd., de origen incierto, quizá de un lat. *EMERARE, derivado de MERUS, en el sentido de ‘hacer que el vino deje de ser puro’.
1.ª doc.: 1547.
Aut., que sólo da el 1
er. significado, dice que es voz baja usada en Aragón, y los dos ejs. citados por el
DHist. son de López de Corella, navarro-aragonés, y de Porcell, sardo de origen catalán, que vivió en Aragón; la 2.ª [ya Acad. 1884] puede estar sacada de los diccionarios aragoneses de Peralta
1 y Borao y figura también en el vocabulario de Segorbe por Torres Fornés («llenarse de agua los poros de las obras de barro:
amerar la olla,
amerar los ladrillos»)
. Además hay
merar desde
Aut., y sin nota de aragonesismo ni cita de textos, pero indudablemente tendrá la misma procedencia regional, pues
amerar sólo figura en vocabularios aragoneses y murcianos. Esta palabra pertenece principalmente al catalán, donde tiene gran antigüedad [S. XIII], mayor amplitud semántica y se extiende a todo el territorio de este idioma. Hoy en el lenguaje literario central, que no distingue
a de
e ante el acento, se escribe
amarar (presente
amara), pero los dialectos occidentales y valencianos pronuncian con
e, ésta es la grafía medieval, y el presente
amera es también de Mallorca; luego no puede dudarse de que ésta es la forma originaria y debe desecharse la etimología
MARE ‘mar’, propuesta por Tallgren (
Glanures I 168) y aceptada en el
REW, 5349. El sentido es ‘poner en remojo, empapar’, ‘aguar (el vino)’, ‘mezclar con agua (la cal)’, ‘enriar (el cáñamo)’
2. Las dos últimas acs. son tan favorables a la etimología
MACĔRARE ‘humedecer, reblandecer’, que se comprende que Moll,
AORBB III, 17-18, la diese por segura. Pero en el dicc. Alcover ya nota la dificultad fonética. La
E de
MACERARE era breve y se pronunciaba sin acento así en las formas rizotónicas como en las acentuadas en la desinencia
(MÁCERAT, MACERÁRE), por lo tanto había de sincoparse y dar
maurar, que es forma existente en catalán, con el significado ‘heñir, amasar’. De haberse conservado la
E por semicultismo, el cambio de
MACERARE en
*(
a)
maerar,
amerar, sería normal en catalán, pero debería hallarse el grupo
ae en los textos del S. XIII y las formas aragonesas debieran ser catalanismos, lo cual de todos modos es verosímil, pero ya sería más sorprendente hallar catalanismos en los departamentos del Gers y en los Altos y Bajos Pirineos, y sin embargo allí existe también el vocablo
3. En consecuencia debe desecharse
MACERARE. En cuanto a la etimología de la Acad.,
MERUS ‘vino puro’, aparece muy inverosímil al primer análisis
4. Es más, la definición que
Aut. daba a
merar es sospechosa de estar deformada por esta etimología: «mezclar un liquor con otro... particularmente del agua que se mezcla con vino... por llamarse en latín
merum»
. En realidad,
amerar se dice del vino y no del agua: al mezclar las dos sustancias nadie piensa primordialmente en el agua, la menos valiosa, y así en todas partes se dice
aguar el vino,
amarar el vi,
couper le vin,
den Wein wässern,
annacquare il vino,
merum infuscare,
rigare; una expresión «
avinar»
el agua (AD-MER-ARE AQUAM) me parece difícil de concebir, y de hecho así en catalán como en aragonés el complemento es
vino (
vino amerado,
amerar el vino en Corella y Porcell). Sólo habría un medio de salvar esta etimología
MERUS, tan sencilla fonéticamente: postular un verbo latino
*EMERARE (comp. cast.
esmerar), en nuestro caso aplicado a la acción de hacer que el vino deje de ser puro. Solución aceptable
5.
1 «Mezclar agua con vino, etc.; amerar la olla: echar agua en olla de nuevo». V. además el vocabulario venasqués de Ferraz.― ↩
2 «Amerar la cals: macerare calcem», «amerar: recalar (= penetrar un líquido por los poros de un cuerpo seco humedeciéndolo)», en los diccionarios valencianos de Sanelo y Lamarca. García Girona da los ejs. amerar calç, a. olles noves, amerar-se de suor, de pluja (Maestrazgo), y cita la ac. ‘aguar (el vino)’ como propia de Cataluña. Para la aplicación al cáñamo vid. Hegener, Die katalanische Terminologie der Hanfkultur, 27-30, que además aporta datos importantes para la etimología, aunque sigue insistiendo desacertadamente en MARE. Más datos en Moreira, Folklore Tortosí, 570.― ↩
3 Bearn. «Amarà: inonder, délayer». Palay agrega que vale especialmente ‘desleír en agua la masa de harina’, y que en el Gers es además ‘amasar’. Por otra parte amerat es «mélange de son, pommes de terre, etc., qu’on donne aux porcs» en el valle de la Neste, H.-Pyr. (Bouts dera Mountanho VIII, 119).― ↩
4 La aplicación a la tierra, al cáñamo, al lino, debiera ser entonces muy secundaria, pero ya hay de ella tres ejs. del S. XV en cat. (Alcover), desde 1408.― ↩
5 Para resolver con certeza el problema debiera procederse a un análisis detenido de los textos del cat. ant., lo cual no puede hacerse en este diccionario tratándose de un vocablo de uso puramente regional (V. mi futuro DECat.). En Lulio ya parece hallarse vi amerat en el sentido moderno (V. Alcover), pero otros pasajes son menos claros (Doctrina Pueril, ed. Gili, p. 253; Amic e Amat, N. Cl., 104.14; Meravelles, íd., IV, 304). El prov. ant. vinaigre amerat, a. 1460, ‘filtrado, sin heces’ (Pansier), es derivado de MERUS ‘puro’, y va más bien con ESMERAR que con el vocablo presente; no puedo comprobar cuál es el sentido de vinagre bé amerat en Eiximenis, N. Cl. VI, 55. El murc. amerarse ‘alcoholizarse, saturarse de bebidas alhocólicas’ (G. Soriano) parece favorable a la etimología de la Acad., pero ¿no estará influida tal definición por la etimología de ésta? Quizá no, pues Lemus, que es menos erudito, también dice que amerado es ‘insensible a los efectos del alcohol’, lo cual viene a parar a lo mismo. Pero quizá no sea ésta la única ac. murciana, pues Torres Fornés (p. 200) asegura que el segorbino «amerarse, empaparse de humedad, esp. las personas cuando llueve» viene de Murcia. ↩