AMBOS, del lat. AMBO, -AE, -O, íd.
Lo común en castellano antiguo era
amos, y ésta era la única forma propiamente castellana, junto a la cual sobrevivió
ambos, primero sólo como dialectalismo leonés, pero después se extendió favorecida por el latín. Todavía Díaz de Gámez y Tafur emplean
amos a dos a med. S. XV, y aunque lo que registra el andaluz Nebr. es ya
entrambos a dos, todavía los castellanos Garcilaso y Juan de Valdés emplean
entramos en el siglo siguiente, y éste declara que es mejor vocablo que
ambos (ed. Montesinos 101.22); hasta hoy en ast. se dice
entramos o
entramos a dos (V). La forma compuesta con
entre (
entram(
b)
os) se halla ya en documentos latinos de 1031 y 1032
1. La variante
dambos se halla antiguamente en textos moriscos (
Yúsuf, v. 244;
Recontamiento de Alixandre:
RH LXXVII, 463) y hoy en leonés (Maragatería, Alburquerque:
BRAE II, 641; III, 662; construido con artículo
dambos los... en Cespedosa:
RFE XV, 246-7; comp. leon.
dalguno ‘alguno’). La combinación antigua, muy extendida,
am(
b)
os a dos, ya se halla en el
Cid y Berceo; Cuervo supone que esto sea alteración de
ambos dos, como se dice en otros romances (oc. ant.
andui, cat. antic.
ambdós), pero
ambos dos no se halla en castellano hasta Santillana; en cuanto al origen de esta
a, se discute si es la preposición procedente de la lat.
AD (según Cuervo se propagaría desde
dos a dos) o una supervivencia de la conj. latina
AC ‘y’ (vid. Schuchardt,
ZRPh. XXIII, 334, y
Litbl. 1891, 413; Morf,
Festschrift Schweizer-Sidler; M. P.,
Cid, 318.3); en favor de la última posibilidad está la coexistencia de la forma
ambos y dos, de la cual cita ejs. Cuervo, 417
b2.