AMANTE, ‘cabo grueso que baja a lo largo de los mástiles y sustenta la entena’, del gr. Ƴμάς, Ƴμάντος, ‘correa’, ‘amante’.

1.ª doc.: 1538, Chaves (Gili).

También port. amante, cat. amant [1331], fr. aman [fin S. XIV], it. amante [S. XIII]. Poco útil sería dicutir con Vidos (Parole Marin. It., 188-90) si las demás formas romances vienen del italiano o son independientes, mientras no se haya hecho en la Península una búsqueda tan concienzuda en los documentos antiguos como la que él hizo para Italia y el Norte de Francia: los datos cronológicos de vocablos tan especiales sólo tienen un valor eminentemente provisional. En nuestro caso no es posible admitir con él que los genoveses tomaran el vocablo al griego bizantino y lo difundieran a los demás romances, pues entonces la i- se hubiera conservado intacta: el paso de է- a e- (y luego a-, por asimilación, facilitada por la etimología popular) demuestra que el vocablo pasó ya por el latín vulgar. Tratándose de terminología náutica mediterránea es probable que idiomas que entraron en contacto tardíamente con el Mediterráneo, como es el caso del francés y del castellano, la tomaran de otros romances, pero no siempre es posible decidir en cada caso y para cada idioma si la fuente fué catalana, occitana o italiana; para el castellano, en principio, lo más probable es el primero de estos idiomas. Valga esta observación para otras palabras análogas.

DERIV.

Amantillo [h. 1573: Salazar]. Amantilla. Amantillar.