ALMÁDENA, ‘mazo de hierro con mango largo para romper piedras’, del árabe hispánico y magrebí máƫana, maƫána, íd., de origen incierto.
Hoy se acentúa
almágana en Honduras,
almádena en Colombia, la misma forma da Rengifo,
almáina se oye en Granada, y Nebr. y Bernardo de Valbuena emplean también
almádana como esdrújulo. Sin embargo la Acad. acentuaba
almadana en 1884, aunque después ha introducido el esdrújulo, quizá atendiendo la indicación de Cuervo (
Ap. § 113)
1. Pero ambas acentuaciones existieron en árabe, pues PAlc. da
matána, aunque
mâƫana es la forma que figura en R. Martí y la que hoy se usa en Marruecos y Argelia. Es vocablo de origen desconocido, pues es difícil que venga de
máƫɅana ‘muela’, que PAlc. distingue cuidadosamente de
maƫána2, y es difícil fonéticamente que sea alteración de
mí⺆dan ‘mazo para romper piedras’ (sólo en el
Qamûs), como sugiere Dozy,
Gloss., 148; pues si la sustitución de
mí⺆dan por
*má⺆dan sería natural, no cita Dozy casos paralelos de alteración consonántica y el plural
mawâƫin indica que el
m- se percibía como radical y no como prefijo; ahora bien, una raíz
m-ƫ-n no existe. Pero tampoco es posible la etimología romance de Simonet, que quiere relacionar con
MATTEA ‘maza’. A pesar de todo quizá podamos partir de
mátɅana.