ALMOCÁRABE, ‘adorno en forma de lazos en los edificios árabes’, del ár. muqárbaɊ ‘adorno de talla’, participio pasivo del verbo qárbaɊ ‘construir’, procedente del gr. κρƓπίς ‘cimientos’.

1.ª doc.: Ordenanzas de Sevilla (¿1527?).

Dozy, Gloss., 167-8; Suppl. II, 324a. El verbo aparece en R. Martí, y el sustantivo o participio en el valenciano Abenɏobair († 1215) y en las Mil y una Noches, aplicado a techos de madera, que es donde figuran principalmente los almocárabes según Aut. Ceán Bermúdez trae la variante etimológica almocarbe, y en las Ordenanzas de Sevilla y en Arenas figura mocárabe.