ALMADÉN, ‘mina’, del hispanoárabe madín (ár. din) ‘lugar donde abunda cualquier cosa’, ‘criadero’, ‘mina’ (raíz -d-n ‘residir’).

1.ª doc.: Ya en doc. extremeño de 1243, Al-And. IX, 86 n.; h. 1440 (Tafur), 1495 (Nebr.).

Eguílaz, 207. PAlc. documenta la acentuación madín, como traducción de metal y de almadén. El paso de í a é, que no es normal entre d y n, se explicará por la proximidad inmediata del . La acentuación clásica se ha conservado en el port. Almada, como nombre de lugar en la Estremadura y en el Algarbe; una de estas localidades figura con el nombre de al-Mádin en el Idrisí (S. XII: Gonçalves Viana, RL II, 337). Nuestro vocablo no tiene nada que ver con METALLUM, contra lo que cree Cabrera.