ALJIBE ‘cisterna’, del ár. Ǥubb ‘pozo’, ‘cisterna’.

1.ª doc.: 1202 (algib), 1278 (algibe: Lapidario).

Dozy, Gloss., 125; Neuvonen, 150. Colección de ejs. castellanos en Cuervo, Disq. 1950, 559. El cat. aljub, arag. alchub ‘cisterna’ y el port. aljube ‘mazmorra’ [Cantigas, en Boletim de Fil. XII, 311] conservan la vocal normal en árabe; la forma española refleja un vocalismo vulgar hispanoárabe *Ǥibb, efecto de la frecuente alternancia entre vocales breves en sílaba cerrada, que Neuvonen señala como propia de Egipto y Palestina, pero de la que reuní varios ejs. hispanoárabes en BDC XXIV, 18-19; Colin, Rom. LXIII, 379n 4, da otros indicando que se trata de un cambio de a o u en i por influjo de la consonante palatal precedente1. Chivo ‘poza donde se recogen las heces del aceite’ [Acad. 1884, no 1843] puede ser alteración fonética de (al)jibe propia de las zonas olivareras de Aragón. Aljibe en la ac. ‘mazmorra’, portuguesa y castellana [Nebr.], se halla ya también en árabe. De aquí bóveda de aljibe [1661] ‘aquella cuyos dos cañones cilindricos se cortan el uno al otro’, que en los SS. XIII-XV parece haber pasado al francés dando croix o croisée d’augive ‘ventana ojival’, después escrito ogive2 vid. G. S. Colin, Rom. LXIII, 377-81; ogive volvió a España dando ojiva (Acad. 1884, no 1843; algiva ya en 1546)3. Para ojiva Torres Balbás, Al-And. VIII, 475-82, aporta precisiones arqueológicas a la etimología de Colin; más datos ibid. XV, 214-7, de donde resulta que en francés se documenta ya en 1245 y en los SS. XIV-XV, el cat. ant. giva en 1381, 1383 (bis), 1477, 1478, el cast. algiba (en este sentido) en 1524, 1529, 1532, 1542 y 1546.

DERIV.

Ojival.

1 Desde luego no puede tratarse del plural Ǥibâb, según sugiere la Acad., que hubiera dado otro resultado fonético; Colin observa además que el plural hispánico no era Ǥibâb, sino ȐaǤbâb. Un caso análogo puede hallarse en el cat. gipó junto al cast. jubón, de Ǥúbba.―

2 En este cambio ortográfico pudo influir el nombre propio de mujer Ogibe, conocido en Francia desde la época carlovingia, y procedente del ags. Eadgyfa (para el cual vid. Rom. LXIV, 450).―

3 R. Vallois, Rom. LXIX, 541-7, señala las oscuridades que quedan desde el punto de vista histórico y de la técnica arquitectónica. La impresión del lingüista es que esta etimología necesita más investigación, pero sigue siendo la más probable entre las propuestas hasta hoy (la idea ARCUS OBJĔCTI CAMERAE que menciona Vallois en vista de grafías francesas e inglesas como oggez en 1428, no es posible, como reconoce este mismo erudito).