ALICANTINA, ‘treta maliciosa con que se engaña o se sale de un aprieto’, parece derivado del nombre de la ciudad de Alicante.
1.ª doc.: med. S. XVII (Calderón, Alcalde de Zalamea, II, iv; Estebanillo González).
Según Aut. sería voz de germanía, pero no figura en el vocabulario de Juan Hidalgo. M. Gadea, Tèrra del Gè, I, 11, recoge el dicho popular valenciano «alicantins, pocs i fins», que recomienda tener pocos tratos con los alicantinos, por la viveza y carácter poco escrupuloso que se les atribuye. Esto puede explicar el nacimiento de la palabra alicantina. Sin embargo resulta sorprendente el que este vocablo no exista, que yo sepa, en el catalán de Valencia. Cabe dudar si el parentesco del cast. alicantina con Alicante es originario o debido a una modificación posterior de otro vocablo; y que aquella locución se emplee en Alcoy, de donde era Martí Gadea, no prueba que tal reputación haya sido general en España, pues bien puede tratarse de rencillas locales como las que existen siempre entre poblaciones vecinas.