ALIARA, ‘colodra, vasija de cuerno’, del antiguo alhiara ‘vasija pequeña para vino’, descendiente mozárabe del b. lat. PHIALAredoma’, tomado del gr. ưιάλƓ ‘taza’.

1.ª doc.: J. Ruiz, 1280d.

Dice J. Ruiz: «Mandava poner viñas para buen vino dar, / con la chica alhïara nol pueden abondar.» Según cita de G. de Diego, RFE XV, 341 (que no da etimología propia), vuelve a aparecer la misma grafía alhiara en la Biblia de Arragel (a. 1430) como denominación especial de un vaso; en unos versos satíricos del Canc. de Castillo (II, 276), dirigidos por Juan Agraz contra un borracho (que han de ser de med. S. XV, pues hay réplica de Juan Alfonso de Baena), y en los que se menciona toda clase de recipientes para vino, se citan también aliaras. Éstas son todas las menciones antiguas que se conocen del vocablo; Cej. VII, § 109; hoy en la provincia de Burgos llara, en Sanabria y Salamanca liara y en Extremadura liaro significan ‘colodra de cuerno’, y Aut. ya define así aliara. Grabado de una empleada en Berrocal, prov. Salamanca, RDTP VIII, 429. Pero en vista de las dos grafías más antiguas es seguro que el vocablo tenía h aspirada tras la l, y por lo tanto pueden rechazarse perentoriamente las dos etimologías que se han propuesto: el ár. Ǥárra ‘jarra’ (Engelmann, Eguílaz), cuya imposibilidad fonética está a la vista, y el ár. iyâr (documentado por Dozy, Suppl. II, 194a) ‘acto de medir’, ‘medida justa de una vasija’, ‘medida’, etimología propuesta por la Acad., que además no conviene semánticamente. Creo que debe partirse del lat. PHILA, que es frecuente en la Edad Media en documentos leoneses llenos de mozarabismos, y que dió el fr. ant. fiele1 (REW, 6466; no da ejs. God.) y el it. antic. fiala ‘redoma, botellita’, palabra muy frecuente (vid. la Crusca) y que en Dante, Paraíso X, 88, figura como Vasija para vino2. Erróneamente se ha atribuido al b. lat. leonés fiala la ac. ‘platillo’ (así Sánchez Albornoz, Estampas de la vida en León, 196, doc. de 942)3 inspirada en el significado clásico, pues otro documento leonés de 1073 (Esp. Sagr. XXXVI, p. lix) nos dice categóricamente que una fiala es una ‘redoma’ («tres fialas quas dicunt rotomas irachas», es decir, redomas del Irac); en una escritura de Celanova citada por Du C., s. v. phyala, la palabra se menciona entre los «ministeria sacra», es decir, se trata de unas vinajeras de decir misa. Difícilmente puede dudarse que de aquí viene *alfiala y por disimilación alhiara4. Por si quedaran dudas acaba de desvanecerlas el port. dial. fiara ‘colodra de cuerno’ (Oporto, Cepedelo, Trefacio: Krüger, Gegenstandsk., 162).

1 Quizá el cat. figueta ‘redoma’ sea adaptación de este vocablo francés. Nada que ver con esto tiene el cast. limeta, para cuyo origen, V. su artículo.―

2 Rimando con scala y cala, luego es falsa la acentuación clasicizante fìala que dan ciertos diccionarios.―

3 La forma fiata ‘taza’ de otro documento de 955 parece ser errata. Saco estas dos citas de Oelschl.―

4 También dió descendientes en portugués antiguo. Viterbo cita varios ejemplos de ffia (léase ffiá, de fiaa < fiala), y de sfiáá (léase ffiaa) en docs. de los SS. XV y XVI. Mezclados con ellos van los derivados fiada (< *fialada) y fiãa (< *fialana), que significan el contenido de una fiala, y por lo tanto son nombres de medidas. Viterbo, siempre dejándose guiar por el lat. clás. phiala (que cita explícitamente), cree que se trata de una vasija ancha y poco honda.