ALGARRADA, ‘máquina de guerra pequeña que disparaba proyectiles’, del ár. arrâda íd. (raíz -r-d ‘lanzar a lo lejos’).

1.ª doc.: h. 1220, An. Toledanos I.

Neuvonen, 178-9. También port. (RL XXVII, 9), cat. [S. XIII] algarrada, oc. algarada [S. XIII: ZRPh. XLVII, 420]. La variante algadara que figura en la Crón. de Fernando III (DHist.) representa quizá una metátesis *addâra, ya árabe, pues es frecuente en autores occidentales la otra metátesis ra⺆⺆âda (Dozy, Suppl. I, 536a). El paso del ain arábigo a g romance no es normal, aunque no faltan de ello otros casos. En éste se debe seguramente a la influencia de parónimos pertenecientes a la raíz ġȓr ‘prosperidad, bienestar’ ‘tierra tenaz, arcilla’ (ġaȓâra íd., ġaȓâr ‘porcelana’), a la cual pertenece ġiȓâr ‘escudilla grande’ (PAlc. 242, RMa., y ya empleado por el Idrisí y Almacarí, Dozy-E. 132; Dozy Suppl. II, 216; Steiger, Contr. 163, 241), de donde el port. alguidar «vaso de barro, cujos lados vƟo abrindo desde o fundo até á borda: serve para nele se lavar alguma coisa» [1734, Pacheco; Moraes] y el gall. arguidal ‘barreñón’ [Sarm. CatVG. 234v, 58v, 130v, A48v; pero no procede de grial y mucho menos de argila = arcilla].