ALEVE, origen incierto, probablemente del ár. aȳb ‘vicio, defecto’, ‘acción culpable’.

1.ª doc.: 1241 (Fuero Juzgo).

Cej. VII, § 20. También port. aleive ‘traición’, ‘acusación de traición’1. Debe descartarse la suposición de que la voz portuguesa sea castellanismo y tenga ei por ultracorrección, puesto que ya se halla en el S. XIII (Canc. de la Vaticana), y aleivosus con ei figura ya en un texto de 1225 escrito en León o en Galicia2. También en castellano medieval fué aleve siempre sustantivo, expresando ‘traición’ o ideas análogas, según notó Cuervo (Ap.7, p. XIX; Dicc. I, 335-6); como adjetivo sólo funcionaba alevoso3. En el S. XVI aleve, alevoso y alevosía habían quedado anticuados, según nos dice J. de Valdés (Diál. de la L., 102.24), pero otros, participando del sentimiento que manifiesta este escritor por la pérdida de tan nobles vocablos, trataron de restaurarlos, y al hacerlo emplearon erróneamente aleve como adjetivo, quizá guiados por el parecido con el común leve, o bien por frases como le mató (a) aleve, en que una vez perdida la preposición a, aleve parecía adjetivo predicativo con valor adverbial. De todos modos queda claro que para la etimología no puede tenerse en cuenta este uso secundario, y que por lo tanto no puede partirse de un adjetivo gótico *ATLWEIS ‘traidor’, como se suele hacer. Esta etimología de Diez, fundada en la existencia de formas góticas del mismo radical, pero sin prefijo, o con otro prefijo (lêwjan, galêwjan, ‘traicionar’), ha sido modificada por Gamillscheg (R. G. I, 383) en el sentido de tomar como base un sustantivo *ATLWEINStraición’, y aunque puede extrañar el que al romanizarlo no se le diera el sufijo -զNUS զNA correspondiente a -EINS, esta dificultad quizá no sería insuperable, y en favor de una etimología germánica están en principio el hecho de que aleve pertenece al vocabulario del derecho feudal, y la escasa frecuencia de las palabras abstractas de origen arábigo. Pero se opone resueltamente a ella el diptongo portugués ei4. Por ello me adhiero a la etimología arábiga de Vieira y de Spitzer (MLN LXI, 419-23); tanto más cuanto que aȳb no sólo significaba ‘vicio, falta, defecto’, ‘mal’ (decir mal, en PAlc.), sino también ‘culpa’, vocablo latino al cual traduce en la Doctrina Cristiana en Lengua Arábiga escrita en el S. XVI por el Arzobispo Martín de Ayala para los moriscos valencianos (7V°), y que el Glosario leidense del S. XI define aȳb no sólo con vitium (como R.Martí), sino además con peccatum, que debe entenderse en el sentido clásico de ‘acción culpable, crimen’; efectivamente el verbo âb de donde deriva nuestro sustantivo es «trahir son devoir» según Bocthor5. Así comprendemos que en el más antiguo de los ejs. castellanos aleve tenga el sentido de ‘nota de infamia’6: probablemente el sentido de ‘traición’ nació en la frase levantar aleve,como en portugués. La única objeción que Gamillscheg pudo hallar contra la etimología arábiga, a saber que la b no se altera en ν en palabras de este origen, es totalmente infundada: baste recordar arrova, arraval, alcavala, alcavera, con su -v- antigua, y aun alcoba y aldaba pueden tener -v- a pesar de su geminada originaria; por el contrario, en este punto hallamos el golpe de gracia contra el origen gótico, pues la variante alep empleada varias veces por el Fuero Real (1252-55, vid. Cuervo) exige una -b originaria, y el paralelismo con nuef NOVEM y nief NIVEM nos prueba que *ATLEWEINS sólo hubiera podido dar *alef, forma que no existe7.

DERIV.

Alevoso [Cid]; port. y gall. sólo aleivoso como adjetivo (aleive es allí únicamente sustantivo) ‘astuto, traidor’: «a viuda gusta de afogar penas, e R. aleivoso, agarda que se abufine ben para botá-lle a cambadelo», Castelao 229.3; y ya en varias CEsc. (glos. de R. Lapa). Alevosía [Berceo; gall. ant. aleivosia ‘perfidia’ (Ctgs. 25.163)].

1 La ac. ‘fraude’, ‘calumnia’, que da Fig., no me parece bien asegurada. Creo se basa en Moraes, según el cual en su tiempo el vocablo no estaba aún del todo anticuado, pues se decía levantar aleive en el sentido de «pôr, assacar alguma calúmnia», pero aquí el matiz calumnioso no está tanto en aleive como en levantar. Sin embargo, como levantar traición significaría otra cosa, hemos de entender que aleive en esta frase es ‘acusación infamante’, y estamos muy cerca del significado del Fuero Juzgo. Por lo demás la ac. ‘traición’ existe también en portugués: ponno que fez aleyv’e trayçon, Canc. de la Vaticana, ed. Braga, 1096. Aleive ‘perfidia’ en varias CEsc. (glos. de R. Lapa). Quizá existió un verbo *aleivar ‘traicionar’ en gallego, del cual por cruce con zalemar (de zalema) saldría aleimar ‘zalamear, adular’ («vay aleimar a outro» Sarm. CaG. 76v).―

2 Fuero de Benavente (Zamora) concedido a Parga (Lugo), citado por Fernández Guerra, Fuero de Avilés, p. 121, n. 15.―

3 Así todavía, no sólo en los Castigos de D. Sancho, 167, y en Nebr., sino también en los primeros libros del Amadís: (pp. 35, 70, y otro ej. citado en BRAE VI, 492), y en las poesías de Castillejo, ya cerca de la mitad del S. XVI; todavía hay un ejemplo en Lope y otro en el arcaizante Mariana (Cuervo, Dicc.). De aleve como adjetivo no sé ninguno seguro anterior a 1528 (Guevara) si no es el del 4.° libro del Amadís (DHist.), escrito por Montalvo en 1508, pues en el de Juan de Mena citado por la Acad. puede ponerse aleve entre comas, con valor de sustantivo. Para otros posteriores véanse las fuentes citadas y además 2.ª parte del Lazarillo (Rivad. III, 98).―

4 Gamillscheg echa mano de la ī (escrita ei) de ATLEWEINS, pero no se ve en qué forma puede explicar un diptongo de la sílaba precedente, si no es admitiendo una base romanizada *ALLEVIES, que no tendría analogía con el modelo gótico y sería inverosímil en romance, donde no sobrevivieron abstractos en -IES (los en -ITIES quedan aparte). Como resultado de una զ- lo que se esperaría es la metafonía (*alive). Por lo demás nos hallamos ante un dilema embarazoso: o suponemos una base romance con -L- sencilla, y entonces no se explica la conservación de la -l- en portugués, o admitimos una -LL- primitiva y en ese caso protesta el castellano. Claro está que aquí no estamos en el caso de aliviar y análogos, donde la coexistencia de leve impedía la palatalización o la caída de la l en el verbo derivado, pues aleve era vocablo sin familia en romance. Si partimos del árabe, el artículo al- elimina esta dificultad.―

5 Añádase que en la 5.ª forma vale «se déshonorer» según Hélot, y que la 2.a y la 8.ª formas significan «faire à qn. des reproches de», «blâmer» según Bocthor y el Riyad an-Nofús de Cairuán (Dozy, Suppl. II, 193). Para áȳba Bocthor, además de otras acs. comunes con el masculino, da «vilenie, paroles injurieuses et basses». De este áȳba deriva Spitzer el port. eiva ‘defecto, mancha’, gall. eiva ‘lisiadura’ («a eiva das pernas», y eivado ‘lisiado de las piernas, muy estevado’, Castelao 229.2f., 213.19, 213.4f.), y además el oc. ant. aip ‘cualidad’ (cf. vasco aip(h)u ‘fama, renommée’ ‘celebridad’ común a todos los dialectos, salvo el vizcaíno, y con muchos derivados), esto último ya más objetable.―

6 Al que levanta falso testimonio se le azota según el Fuero Juzgo para que «aquellos azotes le sean aleve porque non testigue jamás», traduciendo «notam infamiam incurrat» del original.―

7 El diptongo árabe ai a veces se conserva intacto en romance cuando está en posición tafȞim como aquí (algaida, daifa, Moraira), pero no en los arabismos antiguos, según indica Neuvonen, 276: aldea, albufera, albudeca, etc., y precisamente tras aȳn, Rozalén, pueblo de Cuenca, junto a las fuentes del río Bedija, una de las ramas del alto Guadiana, que es evidentemente Ȑs al-áȳn «source» (Dozy, I, 495), lo mismo que el valenciano Ressalany, antiguamente Resaleny y Rosaleny, con velarización normal de la a tras r (comp. Steiger, Contr., p. 311).