ALBRICIAS, del ár. bišâra ‘buena noticia’, ‘recompensa que se daba al que la traía’, o más probablemente de una variante vulgar *bíš de la misma palabra (que también tiene las formas š, bušâra, bašr, bušr).

1.ª doc.: albricia, Cid; albricias, en plural, Berceo, y tiende a generalizarse h. 1400.

Para testimonios de los SS. XII y XIII, vid. Neuvonen, 85-86; otros más, junto con bibliografía y datos de todas clases acerca de albricias y su familia romance, en Malkiel, Studies in Philology XLIII, 498-521. Indicó Malkiel acertadamente que la forma española albricias sale de albriças por influjo del sufijo -icia; de la misma manera el port. dial. alvices y la forma albrizes del Cavallero Zifar son debidos al sufijo -ITIES. Pero los eruditos que han tratado del vocablo no han logrado explicar el sorprendente cambio fonético de al-bišâra en albriça. Aunque el estudio de Malkiel quiere ser exhaustivo, le quedó inadvertida la nota de BDC XXIV, 62-63, donde indiqué una explicación satisfactoria. Las cuatro anomalías fonéticas que presenta la forma castellana: traslado del acento, desaparición de la a postónica, cambio de š en ç y metátesis de la r, pueden y deben explicarse conjuntamente, y no por factores inconexos y además, carentes de justificación. Partiendo de šra se comprende bien que la š, en contacto con una consonante no palatal, se cambiara en ç, y se comprende que se eliminara el grupo inusitado çr (albiçra todavía en el Recontamiento de Alixandre, RH LXXVII, 589) trasladando la r a la otra sílaba1; el portugués y el leonés procedieron de otro modo, intercalando una vocal en el grupo, sea antes o después del cambio de š en ç, de donde el trasm. alvixeras, -xeres (RL XIII, III), mirand. albíxaras, albíxulas (Leite de V., Philol. Mirand. I, 461), port. alvíssara (R. Lapa, CEsc. 355.1), alvíçaras, alvíceras, ast. occid. albizoras (Acevedo-F.); y por otra parte ciertos dialectos septentrionales introdujeron una t epentética entre las dos consonantes, de donde alvistra en el manuscrito leonés del Alex., alvistas en el Brasil, alvistra en la Guerra de Navarra (texto occitano de fin S. III escrito en Toulouse), y de aquí el bearn. aubriste, aubiste, y el vasco albiriste, albiste2, albista3.

En cuanto al ár. š, es verdad que no figura, que yo sepa, en los diccionarios, pues Lane (208) y Freytag (l. c.) sólo traen las formas citadas arriba, pero es muy posible que, en la grafía sin vocales de muchos textos, la grafía b-š-r-y corresponda a una pronunciación š más bien que a š. Por lo demás šr (Freytag) es conocido en el sentido de ‘alegría que se muestra en el rostro’4, y la forma más viva en hispanoárabe (como ya notó Cuervo, Obr. Inéd., 389) no parece haber sido la de bišâra que suele citarse, pues lo único que hallamos en los glosarios hispánicos es šrā (Glos. de Seybold, 167), š (R. Martí, 494) o bušâra (ib., 37; PAlc.); de bišâra no hallo otro testimonio vulgar que la rima de Judá Haleví h. 1110, citado por M. P., Oríg.3, p. 430.

DERIV.

Albriciar [1499: Montesino].

1 Se intentaron otras soluciones. Una consistió en suprimir del todo la r: alviças en el portugués del Brasil y del Miño (Leite, Op., II, i, 83), o alvices en esta región (ib., p. 470) y en el Alentejo (RL XXI, 186). Otra fué invertir el orden de las dos consonantes, como se había hecho en arce de azre ACEREM, y resultó albircias, forma conservada en las hablas arcaicas del Norte argentino (O. di Lullo, Canc. de Sgo. del Estero, p. 245.) Otra forma hispanoamericana, albiricias en Bogotá (Cuervo, Ap., § 803), es alteración de albricias por anaptixis.―

2 Es la forma que usa siempre el vizcaíno D. Aguirre en Auñemendiko Lorea, por más que Azkue asegura que es el vizc. albista ‘noticia’ y albiriste en el sentido de «objeto que se da a quien trae una buena nueva». Téngase en cuenta que no me acuerdo con certeza si aparece en singular no articulado (es decir, albiste) y no albistea o albisteak, pues si fuese sólo eso, al fin y al cabo, sería ambiguo, al ser normal en vizcaíno el paso de -a + -a a -ea.―

3 Las formas catalanas presentan un problema por resolver. No hay por qué hablar de un cat. albrícies, forma sin arraigo, escrita (nunca hablada) con conciencia de emplear una palabra castellana, y sólo esporádicamente. Pero la forma antigua, ¿se acentuaba albíxeres o albixéres? El vocablo hoy parece sobrevivir sólo en Tárbena, pueblo montañés de la provincia de Alicante, donde se dice que gana las ambixeres el que llega primero a la Iglesia el día de Viernes Santo. Todo estaría claro si constara bien que allí pronuncian ambixéres, como asegura el Dicc. Alcover; pero G. Girona en su vocabulario del Maestrazgo escribe ambíxeres, con referencia a Tárbena, y aunque se trata de un dato indirecto, en autor que no es de la región, el publicador del diccionario Alcover al afirmar en AORBB II, 340, que el cat. ant. albixeres era palabra paroxítona sólo se funda en la acentuación del ár. bišâra (que no es razón suficiente) y no menciona la pronunciación moderna, como parece lo hubiera hecho si tuviera testimonio seguro de la misma. Debería aclararse la duda, que es importante, pues si el cat. albixeres fuese esdrújulo desaparecería el único testimonio romance de la acentuación clásica bišâra. Por desgracia parece que el vocablo está hoy olvidado en Tárbena, por lo menos entre la gente joven y de media edad, según me informa D. Vicente Perles y Moncho, que allí nació. Averiguaciones numerosas que he hecho hacer en la comarca próxima a Tárbena prueban sin lugar a dudas que cat. albíxeres se acentúa en la i. El vocablo es bien vivo todavía en Castalla. Don Enrique Valor i Vives, que es de allí, me comunica la definición de la processó de les albíxeres «comitiva que sale el sábado de gloria rezando los pasos desde el convento y sube al castillo, donde está la ermita, a visitar a la Virgen y darle la buena noticia de la Resurrección». J. Giner i March interrogó a varios hijos de Castalla con el mismo resultado: todos coinciden en que no hay otra acentuación que albíxeres; la madre de Enrique Valor, de unos 75 años, tiene conciencia de que albíxeres vale propiamente ‘la buena noticia que se da a alguno’ y detallando los pasos de la procesión descrita, precisa que las mujeres que, subiendo la fatigosa cuesta del Castillo, llegaban primero a la ermita, se decía que guanyaven les albíxeres: rezaban éstas a la Virgen unos trobos, o versos valencianos tradicionales, comunicándole la resurrección de su Hijo, lo cual se llamaba cantar les albíxeres (ahora se hace en castellano, pero ella recuerda trozos del antiguo texto en catalán, y amigas suyas, vivas todavía, lo recuerdan entero). Es verdad que G.ª Girona, que en su poema Seidia emplea una vez el vocablo (p. 253) lo hace rimar con dreceres («corren uns quants al nuvi a prendre-li albixeres»); pero ya he indicado más arriba que G.ª Girona no parece conocer el vocablo por el uso de su región nativa, el Maestrazgo, sino por una referencia que debió de ser escrita y dejar la acentuación en la ambigüedad. Tampoco pueden citarse las variantes antiguas albexenia (Crón. de Jaime I), albaxinies (Rúbricas de Bruniquer), albaixinia ‘recompensar por una buena noticia’ (Muntaner, Cròn., cap. 133, ed. Bàrcino IV, 45. 28), como prueba de la acentuación paroxítona, como hice en mi artículo. Es verdad que recuerdan el caso de albergínia junto a albergina ‘berenjena’, ár. badinǤâna, pero ¿es seguro que se acentuaban en la vocal que sigue a la x? De ningún modo. Martí Gadea registra albixeria, acentuado en la i, con el significado ‘noticia por lo regular desfavorable y dudosa’, algo sorprendente por cierto, y junto a él albixer, el que comunica estas noticias, que parece representar el ár. bašir ‘el que trae buenas noticias’ (Freytag, I, 124b; R. Martí, 38). Albixeria será abstracto en -ía derivado de albixer, y un origen parecido podrían tener las formas arriba mencionadas. En cuanto a albixena, que figura en el Blanquerna de Lulio, cap. 46, más bien es favorable a la acentuación esdrújula, pues se trata del caso de jàssera > jàssena, almàguera > almàguena, tòfera > tòfona; Galmés en su edición de Blanquerna acentúa fer albíxena ‘dar la buena noticia’ (N. Cl. I, 227. 11).―

4 Ésta será la ac. etimológica, de donde ha venido ‘buena noticia’, si, como parece, el significado originario de esta raíz es el de šar, šara, ‘piel de la cara’.